De dormir 16 horas a dormir 8, a medida que envejecemos dormimos menos y de peor forma

Nuestros hábitos a la hora de dormir cambian durante toda la vida. Cuando somos bebés requerimos dormir entre 16 o 17 horas diarias, un periodo que no se hace seguido, sino en una serie de periodos de cinco horas como máximo. Este fenómeno se denomina "sueño polifástico" y, cuando contamos con cuatro meses, ya empezamos a dormir de noche de manera continua, tal y como recoge 'Infobae'.

En la adolescencia nuestra forma de dormir vuelve a cambiar, puesto que el sueño nos entra más tarde. No obstante, una vez que pasa esta etapa, tendemos a querer acostarnos más temprano y, como no necesitamos dormir tantas horas, acabamos levantándonos antes. Asimismo, a medida que vamos creciendo empezamos a tener la necesidad de levantarnos varias veces durante la noche. De hecho, de dormir de manera continúa 95% de la noche, el número baja hasta 85% a partir de los 60 años.

Tras conocer todo esto la pregunta que nos podemos hacer es la siguiente: ¿Y qué tenemos que hacer para dormir bien? E aquí algunas pautas que nos pueden ayudar.