Empezó en febrero: diez días en los que el coronavirus se escapó de las manos en Madrid

  • Entre finales de febrero y principios de marzo Madrid celebró eventos masivos propicios al contagio

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha situado en la última semana de febrero el momento inicial del brote de coronavirus en España, pero también ha asegurado que ese contagio "importante" en la Comunidad de Madrid no se detectó hasta la tarde noche del domingo 8 de marzo.

El lunes 9 por la mañana por primera vez es Pedro Sánchez quien preside el comité de seguimiento del coronavirus, pero el mensaje oficial no cambia. El director de alertas sanitarias, Fernando Simón, descarta medidas extraordinarias, cree que los casos están localizados y se puede "restringir la transmisión" y pide que la gente se siga lavando las manos. Illa afirma que "no contempla cerrar escuelas".

Todo cambia por la tarde. El Ministerio de Sanidad informa de 28 fallecidos y 1.200 positivos, más del doble que el día anterior. Entre el domingo y el lunes, "se ha producido un incremento importante", reconoce el ministro Illa a última hora de la tarde. En especial, en la Comunidad de Madrid. Los casos se han disparado un 100%.

Se decreta el cierre de los centros educativos de Madrid, La Rioja y la localidad de Labastida. La cancelación de todo tipo de eventos deportivos, la suspensión de los vuelos desde Italia y de los viajes del Imserso, la limitación del aforo en eventos culturales... El viernes, Sánchez anuncia el estado de alarma. A partir del día siguiente, número de muertos se dispara.

Fernando Simón no se cansa de repetir que el número de casos del que se informa cada día es una foto retardada de la situación que se estaba produciendo ocho o diez antes; el tiempo que pasa entre la aparición de los síntomas -una media de cinco días-, la visita al médico y el registro del caso. Así que en la explosión de casos en Madrid a partir del 8 al 9 de marzo nos lleva a rebobinar a los días que van desde el jueves 27 de febrero al domingo 1 de marzo.

La pista estaba en Torrejón

"En España ni hay virus ni se está transmitiendo la enfermedad", explicaba Fernando Simón el domingo 23 de febrero. No se detectan casos de transmisión local.

El día 26 se detecta el primer contagio local en Sevilla, pero su caso también se vincula a la visita de unos turistas de Shanghái, así que durante esos días los responsables sanitarios siguen centrados en la trazabilidad de los casos, siempre con origen importado. Pasa desapercibido que el virus ya circulaba entonces por España, sobre todo por Madrid. ¿Había alguna pista entonces de que eso estaba sucediendo?

Si había una respuesta, estaba en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.

  • Entonces España ya sabía que una mujer ecuatoriana que viajó a su país el 14 de febrero estaba contagiada. Vivía en Torrejón. Un mes después murió en Ecuador.
  • El día 27 se detectan dos positivos en el hospital de la misma localidad. Ni habían viajado fuera ni tenían relación entre ellos.
  • El 1 de marzo ya había al menos seis casos de contagio en Torrejón, no importados, tampoco vinculados entre ellos.
  • El día 3 da positivo una escolar de la localidad.
  • El día 5, varios trabajadores del Ayuntamiento.
  • El día 6, un militar de la base del Ejército del Aire.

El día 29 de febrero, Simón reconocía la situación anómala en Torrejón, pero se centraba en vincular los casos a una importación: "Si no pudiéramos ligarlos, implicaría que se nos ha escapado algún caso y podría haber generado cadenas de contagio de transmisión", dijo Simón. Pero esa hipótesis no puso en marcha preparativos en los hospitales ni medidas de distanciamiento social.

7 días de concentraciones en Madrid

Desde el fin de semana del 1 al del 8 de marzo, Madrid siguió su vida sin frenar ninguna de las grandes concentraciones que se celebraron esos días en la capital.

  • El 1 de marzo el Real Madrid recibe al Barcelona en el multitudinario "clásico".
  • El 7 de marzo el Atlético de Madrid se enfrenta al Sevilla.
  • El día 8 se celebran la marchas feministas y Vox su acto de Vistalegre.
  • Para ir y venir de estos actos y durante toda la semana, millones de madrileños usan el transporte público y en hora punta lo hacen bien arrimados unos a otros.

A todo esto hay que sumar los inumerables eventos de un fin de semana en Madrid, propicios para la cercanía y el cruce de gente de toda la comunidad y del resto de España: musicales, conciertos, una feria del coleccionismo en el Museo del Ferrocarril, un festival de magia, cines, cenas, discotecas y todos los eventos alrededor del día de la mujer, el 8 de marzo.

Nadie impide, ni restringe actos. Ni el fin de semana del 1 de marzo ni el del 8 de marzo: "No tenemos ninguna recomendación específica sobre la cancelación del 8-M. Pero hay medidas lógicas que se tienen que tomar a título colectivo e individual. Pediría que cualquier persona con sintomatología respiratoria no acudiera a eventos masivos", dice Simón el lunes 2 a comienzos de la semana. Insiste en el mismo mensaje en vísperas del 8-M: "Si mi hijo me preguntara, le diré que haga lo que quiera".

Los eventos del fin de semana del 29 y 1 de marzo se reflejan en el primer salto de casos entre el 8 y el 11 de marzo en Madrid. De 353 positivos a 1.024, según las cifras de Sanidad. Del domingo al lunes se han duplicado en 24 horas, un 100%; del lunes al martes un 66%. A partir de ahí caen a una media del 35%.

El efecto del fin de semana del 8 de marzo no es tan evidente en el crecimiento de los contagios en Madrid como en el relieve de los contagiados: la vicepresidenta, dos ministras y la mujer del presidente del Gobierno, todas presentes en la multitudinaria manifestación de Madrid.

Si las cuentas de Illa le escudan de no saber hasta el 8 que había contagios importantes desde febrero, esas mismas cuentas revelan la importancia que tuvo no actuar esa semana. En eventos, calles, residencias de ancianos... Ni el ministerio ni las comunidades autónomas gestoras de la sanidad actuaron a tiempo.

No era fácil. La rapidez, sigilo, letalidad y velocidad de transmisión han pillado con la guardia baja a expertos y responsables de salud pública de otros países occidentales. Macron, sin ir más lejos, mantuvo unas elecciones locales antes de confinar Francia. En cuanto al sistema sanitario español -elogiado por su eficiencia en los rankings internacionales-, tampoco estaba preparado para una epidemia de dimensiones seculares.