El escenario que afrontará España con el 70% de la población vacunada: restricciones y distancia social

  • La población española con las dos dosis probablemente llegará a 33 millones antes de que acabe el verano, pero la variante delta ha puesto más alto el listón de la inmunidad de grupo

  • El alto nivel de vacunación servirá para que haya menos ingresos, enfermedad grave y muerte, pero habrá que mantener restricciones para controlar los contagios

  • La vuelta del verano supondrá el regreso del fútbol con público y las ratios en los colegios como antes de la pandemia, dos escenarios pensados antes del auge de delta

La pandemia encadena curvas, una tras otra. Un refuerzo de vacunas de Pfizer hará seguramente posible llegar al 70% de la población con pauta completa antes de que acabe el verano, el objetivo que el Gobierno fijó en mayo. Sin embargo, la inmunidad de rebaño ya no está en esa cifra, sino más allá, en un 85% o 90%, como estiman cada vez más expertos. ¿De qué servirá exactamente que 33 millones de españoles tengan las dos dosis? ¿Qué tan lejos seguimos de la vieja normalidad?

Cuando el presidente Pedro Sánchez anunció la meta, las dudas tenían que ver más con si sería factible alcanzarla que con lo que supondría: empezar a decirle adiós al coronavirus, al menos a su dinámica más peligrosa. El asunto es más complicado hoy. La variante delta, más contagiosa que sus antecesoras, ha dado un giro a la situación. "La guerra ha cambiado", han reconocido los CDC de Estados Unidos en un informe interno que señalaba que la carga viral de los vacunados contagiados podía ser igual a la de los no vacunados.

A casi tres meses del final del estado de alarma, los días de restricciones, mascarilla y distancia social no están contados, como pudo hacer creer otro verano con sensación triunfal, esta vez de la mano de las vacunas.

"[El 70% de la población vacunada] nos va a permitir que haya menos ingresos, que haya menos gravedad de la enfermedad en los ingresos y que haya menos muertes. Esa es un poco la clave. Lo cual no quiere decir que no haya contagios, porque vemos que un porcentaje no muy alto pero razonable de personas que ingresan o tienen síntomas a pesar de tener la doble pauta", explica Joan Carles March, del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

El experto, que ya en su momento alertó de una retirada precipitada de las mascarillas en exteriores, cree que pinchazos y limitaciones tendrán que ir de la mano porque las vacunas no evitan el contagio. "Ante eso, hay que seguir vacunando pero hay que seguir restringiendo al mismo tiempo para tener en cuenta todos los factores. ¿Vamos a necesitar una tercera vacuna? No lo sabemos. En estos momentos no hay investigación que nos lo diga. A pesar de que Israel ha empezado, no quiere decir nada en ese sentido", agrega.

Una vuelta del verano compleja: regresan el fútbol con público y las ratios en los colegios como antes de la pandemia

Si los CDC han vuelto a recomendar esta semana que las personas vacunadas usen mascarillas en interiores en EE.UU., el auge de delta ha provocado un restablecimiento progresivo de las restricciones en España con toques de queda, limitación de reuniones y hasta certificado de coronavirus para ingresar en locales de hostelería. Ante el aumento de los contagios y una mayor presión hospitalaria, las comunidades intentan reducir la incidencia del virus mientras el país mantiene uno de los ritmos de vacunación más altos del mundo.

Pero queda, además, la vuelta del verano. El regreso de público a los estadios de fútbol y el aumento de las ratios en los colegios bastan para ilustrar que será una rentrée compleja, en buena medida porque fue pensada con los supuestos de cuando la variante india no era dominante.

El Gobierno anunció el levantamiento de las restricciones en el ámbito deportivo en junio, pero esta semana la Sociedad Española de Salud Pública (SESPAS) advertía del peligro de estos eventos multitudinarios, incluso con aforo reducido. En el plano educativo, Educación informó también hace semanas de que el número de alumnos en las aulas de infantil y primaria el próximo curso sería el mismo que antes del coronavirus, lo que ha provocado las críticas de los docentes.

¿Son escenarios que deberían replantearse? "Yo creo que hay que ser cautos todavía. Ni aunque lleguemos a un 70% en verano, no podemos relajarnos todavía, sobre todo por la variante que está circulando y por otras que podrían surgir, porque el problema es que si el virus sigue circulando, sigue mutando", afirma Cristian Smerdou, del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra.

En línea con la evidencia más reciente, la recomendación de precaución afecta de lleno a quienes están vacunados. "El hecho de que haya un porcentaje importante de vacunados que se pueden infectar podría favorecer la aparición de nuevas variantes que resistan mejor la inmunidad que tienen estas personas, y eso sería un problema. Eso se evita parando la circulación del virus, por eso incluso los vacunados deberían protegerse", expresa.

A pesar de la vacunación, será necesaria una estrategia de control: "Más vale pensar en un modelo japonés que en un modelo Eurocopa"

¿Qué panorama es imaginable para el otoño y el invierno con un 70% (y más) de la población vacunada? Para Smerdou, será clave tener en cuenta algunos factores:

  • La vacunación de adolescentes y niños, incluso de menores de 12 años, y el regreso de los colegios y las universidades.
  • El frío que llega. "Como casi todos los virus respiratorios, en invierno se transmiten más. En eso influyen muchas cosas, como que la gente está en sitios cerrados, más cerca y con menos ventilación".
  • La duración de la inmunidad. "Que se pierda la inmunidad no quiere decir que se pierda en todas las personas, pero igual un cierto porcentaje de personas empiezan a perder inmunidad en un año, con lo cual el virus puede expandirse más entre esa población".

Mientras países como Alemania o el Reino Unido se suman a Israel en la administración de una tercera dosis para la que la Organización Mundial de la Salud pide evidencia, disminuir los efectos de delta seguirá dependiendo fundamentalmente de una buena estrategia de control.

En este punto, para March no hay duda. "Yo creo que más vale pensar en un modelo japonés que en un modelo Eurocopa, dicho de alguna forma. Modelo japonés, muchas restricciones; modelo Eurocopa, pocas restricciones, generando un entorno como el actual, con más dificultades. Hay gente que piensa que hay que vivir con el virus y punto, y yo lo que creo que hay que hacer es derrotar al virus", concluye el experto en salud pública.

Temas