Estudiando bajo la lluvia en una clase llena de goteras en un instituto de Huelva

  • Los alumnos dan clase con paraguas y abrigo

  • “A mi hija sabiendo lo que había no la he mandado hoy a clase”

  • La dirección denuncia que las aulas prefabricadas están en mal estado

Con paraguas. Así dan clase los alumnos de un instituto de secundaria onubense. La dirección del centro lleva desde que comenzó el curso avisando a la Junta de Andalucía y a la empresa que instaló las caracolas, ante la falta de aulas, de que esto iba a pasar. Tras una noche “infernal” de agua y viento en la ciudad, los niños de tercero de ESO hoy están dando clase bajo la lluvia.

Dos clases del IES Estuaria de Huelva, este curso 2019/20 tienen por aula unas caracolas prefabricadas porque tienen más alumnos de los que pueden asumir. En concreto, son los estudiantes de cuarto de secundaria los que están en dos aulas prefabricadas viejas y con grietas. "Son de los años 70", denuncia la madre de una alumna.

“En las caracolas entra tanta agua que los chicos tienen que abrir sus paraguas, aparatos de aire acondicionado de los años 70. Una tiene una grieta en el suelo y se ve la tierra que hay debajo. En una de ellas no hay enchufe y en la otra el enchufe no funciona”, nos cuenta la secretaria del centro, Carmen Portillo. Esta profesora de latín destaca que “sus alumnos no pueden escuchar los audios”.

Carmen Duarte, madre de otra alumna de cuarto de ESO, nos explica que muchas asignaturas necesitan de las pizarras digitales, que no tienen estas aulas prefabricadas. La solución que ha buscado la dirección –que no obtienen respuesta de la Junta de Andalucía- es “rotar a los niños de tercero y cuarto. Es decir, quien no necesite pizarra digital va a la caracola”. De hecho, nos cuenta Carmen Duarte, los chicos de las fotos son de tercero. “A mi hija sabiendo lo que había no la he mandado hoy a clase”.

Desde el IES Estuaria, aseguran a Informativos Telecinco que esto se veía venir: “Ya había goteras antes de que lloviera”. Cuando asumieron más alumnos de los que debían, la Junta de Andalucía decidió ponerles las caracolas de forma provisional. Al verlas en septiembre se llevaron las manos a la cabeza y pusieron en conocimiento de la Junta y de la empresa que las ha instalado que “estaban en mal estado y que ahí no se podía dar clase”.

“Desde entonces no hemos parado de reclamar ante la Delegación de Educación en Huelva y a la empresa. La última vez que hablé con el gerente de la empresa fue antes de ayer y se limitó a responder que ya estaba informado”, lamenta la secretaria del centro. La dirección, ante su impotencia, ha fotografiado a los chicos y ha enviado las fotos a Educación.