Se llamaba Ana, tenía 58 años y su cuerpo era localizado el martes en su vivienda malagueña de Tolox.
Fue su hermano quien halló el cuerpo sin vida tapado con unas mantas y con signos de violencia. Todo apunta a que fue un robo y se busca a un amigo de la mujer que llevaba una temporada viviendo con ella.
La mujer llevaba dos viviendo en una finca rural, a pocos kilómetros de su hermano. Esta jubilada belga fue a vivir allí, a Coín, precisamente para estar cerca de él. Y fue él, quien descubrió el cadáver, alertado por que no habían hablado por teléfono, como hacían cada día.
El cadáver de su hermana estaba sobre la cama, tapado con una manta, y con evidentes signos de violencia.
La víctima era experta en artes marciales, y a los investigadores les ha sorprendido que no haya opuesto resistencia por eso investigan a su círculo más cercano.
También han detectado que faltaban objetos de importante valor, porque la fallecida era coleccionista. Los primeros indicios apuntan a que la mujer murió de madrugada porque los vecinos escucharon un vehículo sobre las cinco. No se descarta ninguna hipótesis.