La historia de una 'top model' de los años 80 que acabó en las calles de Barcelona: "Yo quiero vivir, no sobrevivir"

Informativos Telecinco 30/01/2019 14:32

Natasia Urbano inició su carrera como modelo en 1981, cuando tenía 20 años y viajó a Nueva York, la cúspide de las 'top model'. Tras haber trabajado en el mundo de la moda en Barcelona, su ciudad natal, y junto al fotógrafo Fabrizio Ferri en Milán y haber viajado por Europa, decidió ir a la ciudad "a probar".

En un reportaje para 'El Periódico', Urbano recuerda sus gloriosos años como modelo de grandes campañas, como la de Revlon (1987), junto a Linda Evangelista; la portada para 'Vogue España' (1981) y el anuncio de perfume para Yves Saint Laurent.

Además de trabajar para grandes diseñadores y agencias (Ford), la modelo siempre iba acompañada de iconos como Andy Warhol, Harrison Ford, Jack Nicholson o Roman Polansky. Pero también con mujeres poderosas de la industria de Hollywood como Melanie Griffith. "Lo tenía todo, vivía como una reina", asegura al medio.

Aquellos fueron los años dorados de una joven que, tras apostar por su carrera, obtuvo varios años de riqueza, ya que, según afirma, llegaba a cobrar hasta "un millón de dólares al año por 20 días de trabajo". Su prioridad nunca fue esa, a pesar de que tanto banqueros como asesores le aseguraban una vida sin preocupaciones económicas: "El dinero nunca ha sido mi objetivo en la vida, y cuando lo he tenido he sido generosa. Y ahora estoy así".

Según Urbano, todo se torció cuando conoció al hombre que acabaría convirtiéndose en su marido: "Cada año venía a Barcelona a visitar a mis padres. Una de esas veces conocí a mi exmarido y ahí se acabó todo, me dejó con lo puesto. Todo lo pagaba con mi dinero. Al segundo día de conocerlo quiso que le comprara un BMW, y yo, como una tonta, le hice el cheque. Estaba enamorada".

A pesar de lo que ella sentía, su marido, a quien culpa de la evaporación de su dinero, "no la quería". Su vida dio un giro inesperado y, en pocos años, se vio sin nada y al cargo de dos hijos: "No sé cómo ha podido pasar todo esto, igual he firmado cosas, documentos, pero yo no recuerdo haber firmado nada".

Es precisamente por ellos por quien sigue luchando para que "se sientan orgullosos" de ella. "Quiero que me vean ubicada, trabajando y pagando mis cosas. Quiero que mis nietos puedan ir a mi casa a merendar, y poder hacerles unas galletitas", declara Urbano.

Sin embargo, sus condiciones de vida se antojan desalentadoras. Según la modelo catalana -"cansada" de pedir dinero-, le han desahuciado en tres ocasiones y sus escasos ingresos se rifaban entre comer o pagar la luz, el agua o el piso...cuando lo tenía. Ahora se encuentra viviendo en el piso de un amigo, aunque asegura que esta es una medida provisional: "Yo quiero vivir, no sobrevivir".

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