Escollo tras escollo, el último gran varapalo que han tenido que sopesar los efectivos desplazados a Totalán, Málaga, para participar en el rescate de Julen ha sido un nuevo saliente en el túnel vertical paralelo al pozo por el que cayó el pequeño, el cual ha obligado a reducir el grosor del último tramo del tubo destinado a encamisar la galería.
Concretamente, se encontraba a 52 metros de profundidad, de los 60 que tiene el túnel, por lo que los últimos 8 han visto reducido su grosor desde los 110 centímetros a los 90 para poder completar el encamisado.
La enésima complicación dada por el terreno ya ha sido resuelta, y una vez asegurado, el siguiente paso previsto es proceder al rellenado de tierra para que, después, bajen los ocho expertos mineros llamados a culminar el último tramo de 4 metros que conectará de forma horizontal el túnel con el lugar donde esperan encontrar a Julen.
Entre tanto, hasta el lugar se ha desplazado ya un helicóptero medicalizado de la Guardia Civil.
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