Mendes nació con un nevo melanocítico congénico, una mancha de color oscuro que se da en uno de cada cien bebés. Cuenta que desde que era niña su madre la ayudó a naturalizar su belleza. "Es solo una característica que algunos niños tienen y otros no", la decía.
Por eso, explica la modelo, siempre la ha gustado y ha animado a otros, que se sienten acomplejados, a quererse tal y como son. "Es un tipo diferente de belleza", afirma, según publica el diario británico Daily Mail.
En su caso, nunca la ha cubierto con maquillaje, ni ha pensado en quitársela. "Es parte de mí, parte de mi personalidad", expresa.
Incluso, esto la ha ayudado en su carrera como modelo. "No necesitas ser delgada y alta y tener todas las características que los medios demanten", cuenta desde su experiencia. "Lo que yo trato de decir con mis fotos es que no necesitas encajar con todos esos estándares de la moda para ser modelo".
Mendes asegura que quiere ser un ejemplo para todos aquellos que tienen una belleza diferente y hacer que se muestren sin complejos. "Tenemos que aceptarnos tal y como somos" porque, dice, "todo el mundo tiene su tipo de belleza, incluso si no encaja en los estándares de la moda, ese es tu propio tipo de belleza".