El médico que salvó a su madre, enferma de covid: “tú me diste la vida y yo te la he devuelto”

  • El doctor Luis Gómez es jefe de anestesiología del Hospital General de Alicante

  • Estuvo ingresado por covid junto a su madre, de 86 años

  • Cuando se le paró el corazón a su madre, él consiguió reanimarla

La pandemia del covid19 nos está golpeando de manera muy cruel y estamos viviendo situaciones muy dramáticas. Pero entre tanta tragedia y malas noticias, también estamos conociendo historias muy positivas, que nos ofrecen algo de esperanza. Y muchas de estas historias, como no puede ser de otra forma, están protagonizadas por los grandes héroes de la crisis sanitaria: los profesionales de la sanidad.

Hemos conocido una de estas historias hablando con el doctor Luis Gómez, jefe de anestesiología del Hospital general de Alicante. Una especialidad la suya que le coloca en primera línea de la lucha contra el covid, ya que se encarga de tratar a los pacientes más críticos que luchan por su vida contra el coronavirus. Él mismo se contagió del virus en los primeros compases de la pandemia en nuestro país, el pasado mes de marzo, y también su madre, con la que compartió cama en el Hospital de Alicante. Estando juntos a su madre se le paró el corazón y él consiguió devolverla a la vida.

El doctor Luis Gómez es un excelente narrador de historias y no escatima ni un solo detalle para contarnos la suya: “El día 1 de marzo del año pasado mi madre me llamó por teléfono para avisarme de que ella y mi padre se encontraban mal. Y como yo soy el médico de la familia, pues siempre me llaman primero a mi. En aquel momento ya se había anunciado algún caso de covid en España, pero eran muy aislados y no pensé que se tratara de eso. En ese momento no caí que mi sobrino acababa de volver de un viaje a Italia”.

Contagiados en los primeros compases de la pandemia

“Fui a ver a mis padres, les eché un vistazo y pensé que estaban pasando por un proceso gripal. Pero apenas 48 horas después yo comencé a tener síntomas. También pensé en una gripe, pero me quedé en casa aislado, por si acaso. Pero pasaron los días y no mejoraba y cuando vi que me caía la saturación de oxígeno me vine al hospital y me ingresaron con una neumonía moderada por covid”, nos cuenta Luis.

Pedí que la ingresaran conmigo, en mi misma habitación, porque al ser ella una mujer anciana

A Luis le ingresaron en planta, ya que su situación no era demasiado grave, pero la preocupación le hacía llamar todos los días para ver cómo se encontraban sus padres. “Ellos no estaban demasiado mal pero justo cuando yo estaba mejorando y a punto de abandonar el hospital me dicen que mi madre estaba empeorando. Entonces pedí que la ingresaran conmigo, en mi misma habitación, porque al ser ella una mujer anciana, así podría ocuparme yo de ella. Pasaron tres días y a mi estaban a punto de darme el alta para irme a casa, pero ella no mejoraba. Así que pedí a mis compañeros que no me dieran el alta, porque como no podía haber acompañantes con los pacientes covid, era mi única oportunidad de seguir a su lado para atenderla y cuidarla”.

Pedí que no me dieran el alta para poder atenderla y cuidarla

Aquella decisión de quedarse junto a su madre y la colaboración de sus compañeros que se lo permitieron, terminaría siendo vital: “Al cuarto día de ingreso de mi madre, ella se puso muy mala de manera muy súbita. Entonces la subí a la cama, comprobé que tenía la saturación de oxígeno muy baja y avisé a los compañeros de enfermería, que llegaron rápidamente con algunos otros médicos. Pero, de todos los que estábamos en aquella habitación yo era el que tenía más años de experiencia en manejar vía aérea y en tratar a pacientes en situación crítica. Entonces mi madre dejó de respirar y yo asumí el control de la situación”.

Cuando mi madre dejó de respirar, tomé el mando y la entubé. No reaccionaba y la tuve que reanimar

“Pedí el carro de paradas, pedí la medicación necesaria y la entubé. Pero, desgraciadamente tras entubarla se le paró el corazón. Entonces empecé a reanimarla”, nos cuenta Luis. Pero los médicos y enfermeros que lo acompañaban entendieron la situación de estrés que tenía que estar viviendo el médico, intentando salvar a su propia madre y se ofrecieron para relevarle en las técnicas de reanimación. Antes esto Luis les contestó: “Dejadme que siga dando yo el masaje porque es lo último que voy a hacer por mi madre”.

Dejadme que la dé yo el masaje, es lo último que voy a hacer por mi madre

Luis no tenía claro que pudiera sacar adelante a su madre y las técnicas de reanimación se extendieron durante más de veinte minutos: “Después de 20 minutos de masajes y respiración mecánica su corazón volvió a latir. Entonces la bajaron a la UCI y yo no pude acompañarla, porque como era un paciente covid tenía que permanecer aislado en mi habitación”.

Después de 20 minutos de masajes y respiración mecánica su corazón volvió a latir.

La madre de Luis permanecería 56 días ingresada con ventilación mecánica, pero ahora está completamente recuperada, disfrutando de un fabuloso estado de salud. “Después de una neumonía severa, una parada cardiorrespiratoria y 56 ingresada en la UCI con respiración mecánica, es una persona totalmente recuperada, incluso está más delgada y más fuerte que antes”, nos cuenta entre risas.

Aunque Luis nos dice que no cree en el destino ni nada por el estilo, nos asegura que parece que “yo tenía que contagiarme de covid para poder estar al lado de mi madre en el momento que más lo necesitaba”. “Si yo hubiera estado sano y no hubiera estado junto a ella en ese preciso momento mi madre hubiera fallecido. Solo porque justo en ese preciso instante el personal que acudió, el personal disponible, tenía mucha menos experiencia que yo en tratar a pacientes críticos”.

Ahora, Luis bromea con su madre cuando esta le regaña por algo: “Le digo, mamá, tu me diste la vida pero yo te la he devuelto, así que estamos en paz”.

Luis ha salvado a su madre y a cientos de pacientes

A pesar del drama de la pandemia y de la situación de estrés y agotamiento que están viviendo los sanitarios, Luis no cuenta que él es muy optimista: “Cada vez que veo a un paciente que está tan grave como estuvo mi madre, me acuerdo de ella y lo bien que está ahora, yo entonces lo doy todo por ese paciente, igual que lo dí por mi madre. Y como yo, el resto de mis compañeros”.

A pesar de contarnos que la situación de los hospitales es crítica y que los sanitarios se encuentran en una situación muy complicada, Luis sigue siendo optimista: “Esta pandemia nos está causando mucho dolor, pero a la vez, nos está fortaleciendo y hacernos madurar. Estoy convencido de que vamos a salir mucho mejor de la pandemia de lo que entramos en ella”.

En el Hospital de Alicante y en toda la zona de Levante no están pasando por buenos momentos en esta tercera ola de contagios. Luis nos cuenta cómo se encuentran de saturados: “en la primera ola en la zona de levante no tuvimos demasiada incidencia acumulada de casos, pero en esta tercera ola está siendo justo, al contrario. En aquel primer momento el número máximo de pacientes covid que tuvimos ingresados en el hospital fueron 158. Hoy tenemos 357 pacientes ingresados. Y lo pero es que el porcentaje de pacientes graves es mucho mayor. Eso hace que estemos sometidos a mucha presión”.

Pero, aún con los datos en la mano, Luis sigue siendo dando un mensaje de esperanza: “a pesar de las circunstancias, todos los profesionales del hospital estamos apoyándonos mutuamente, adaptando los equipos y las instalaciones al as circunstancias, para sacar la situación adelante. Todos estamos trabajando con la misma ilusión y las ganas de siempre.”

“Todos los ciudadanos están recibiendo la atención sanitaria que se merecen”, nos asegura Luis pero nos recuerda lo importante de seguir teniendo cuidado para no agravar la crisis: “Hay que poner todo de nuestra mano, seguir todas las medidas de seguridad y evitar la vida social. Es mejor quedarse en casa, reunirnos solo con nuestros convivientes y salir solo a lo fundamental. Nos estamos jugando mucho”