"Te quiero, mi dulce madre": el mensaje del hijo de Dawna Langford, fallecida en la masacre de Sonora

  • "Nunca me di cuenta de que poder dar a tu madre un beso de buenas noches es un privilegio"

  • Joseph Cole, hijo de Dawna Langford, escribe un mensaje recordando a su madre y sus hermanos

  • Los tres, junto a otros seis allegados, fueron asesinados sin piedad por un cártel en Sonora, México

Tenía 43 años y se llamaba Dawna Ray Langford. Murió junto a dos de sus hijos, –Trevor y Rogan, de 11 y 3 años respectivamente–, acribillados a balazos por un cártel mexicano en el estado fronterizo de Sonora, México. Otros siete niños que viajaban con ella en su vehículo lograron sobrevivir al horror. Fue el pequeño Devin quien, después de ver cómo asesinaban a su madre, se llevó a sus hermanos heridos y les escondió en unos arbustos, cubriéndoles con ramas para ocultarles. Después, corrió para pedir ayuda. Fue él quien dio a conocer las primeras noticias de lo sucedido. Fue una auténtica masacre. Ese trágico 4 de noviembre Dawna Lanford y otras dos madres, –Rhonita LeBaron y Christina Langford–, junto a los 14 niños que viajaban con ellas en tres coches diferentes, fueron emboscados cuando se dirigían a un asentamiento en La Mora. El cártel no tuvo piedad. No les importó que hubiese niños. Dispararon indiscriminadamente e incluso llegaron a prender fuego a los vehículos con ellos dentro. “Fueron quemados hasta ser reducidos casi a cenizas”, tal como han relatado sus familiares en Facebook.

En total, las tres madres y seis de sus hijos fueron asesinados aquel día. Con nacionalidad estadounidense, todos pertenecían a una comunidad mormona que hoy llora la pérdida de sus seres queridos.

"Fue más que un privilegio ser tu hijo, te quiero, mi dulce madre"

Desde las redes sociales, Joseph Cole Langford, hijo de Dawna, ha enviado un desgarrador mensaje de cariño y recuerdo a su madre y sus hermanos asesinados.

“Descansa en paz, mi dulce madre”, inicia su texto, en el que explica que era un privilegiado por tener una familia así.

Nunca me di cuenta de que poder dar a tu madre un beso de buenas noches es un privilegio, pero siempre sentí que era un honor ser tu hijo”, escribe, rogando:

“Dios, déjame jugar con mis hermanos solo por un momento más. Permíteme abrazarles tan fuerte que pueda sentirlos para la eternidad. Nunca volveré a hacer estas cosas otra vez. Fue más que un privilegio y un honor ser tu hijo. Te quiero siempre, mi dulce madre”, finaliza.

“No habrá impunidad”

El terrible y macabro suceso ha dado la vuelta al mundo poniendo en entredicho, una vez más, la capacidad del Gobierno mexicano para hacer frente a la violencia y el crimen organizado, que parece campar completamente a sus anchas en distintas regiones del territorio.

No en vano, recientemente quedaba constatada la impotencia de las autoridades mexicanas, humilladas al verse obligadas a liberar al hijo de ‘El Chapo’ y uno de los jefes del todopoderoso cártel de Sinaloa, Ovidio Guzmán. Tras arrestarle, hubieron de ponerle en libertad ante el temor de que la espiral de la violencia desatada por su detención y la de otros compinches siguiese su curso recrudeciéndose. Un ejército de narcos se había apoderado del centro de Culiacán, capital de Sinaloa, dejando un escenario casi de guerra que se cobró la vida de 14 personas, 4 de ellas civiles.

Ahora, tras la masacre de Sonora, el Gobierno de México se ha apresurado a asegurar que “no habrá impunidad” tras este trágico suceso en el que 9 personas perdieron la vida tras ser masacradas sin escrúpulos por el cártel que reinaba en la zona.

Así lo ha asegurado Marcelo Ebrard, canciller mexicano, que se ha reafirmado en “la convicción y resolución” del Gobierno para llevar a los responsables de la tragedia ante la justicia.

Un detenido, sospechoso de participar en la masacre

Por el momento, un hombre ha sido arrestado por su posible vinculación en la masacre que acabó con los miembros de las familias LeBaron y Langford. De acuerdo a la Agencia Ministerial para Investigaciones Criminales (AMIC), el detenido tenía secuestrados a dos rehenes, a los que mantenía atados y amordazados en las colinas de Sacerdotes de Agua en el estado de Sonora, México.

En su poder, tenía varios rifles, armas de gran calibre y una gran cantidad de munición, y ahora esperan a Inteligencia para conocer más detalles sobre su posible implicación en el suceso.

Trump ofrece ayuda para la "guerra" contra el narcotráfico

Desde Estados Unidos, el presidente, Donald Trump ha condenado el asesinato de las familias mormonas en Sonora y se ha ofrecido a prestar ayuda a México para librar la “guerra” contra el narcotráfico.

“Estados Unidos está preparado, dispuesto y capacitado para involucrarse y hacer el trabajo de manera efectiva”, ha dicho en un mensaje en Twitter, donde añadió: “A veces necesitas un ejército para derrotar a un ejército”.

Investigan la motivación del crimen

Las autoridades mexicanas continúan trabajando en la investigación del suceso. Por el momento, son varias las hipótesis al respecto de la motivación del terrible ataque. Por un lado, barajan que la masacre haya tenido lugar después de que el cártel haya confundido los vehículos en los que circulaban las víctimas con los de un grupo rival. Es la idea que cobra más fuerza para el Ejército mexicano, convencido de que los asesinados fueron víctima del enfrentamiento entre dos cárteles del lugar. Concretamente, según relata el medio local El Universal, la Secretaría de la Defensa Nacional de México ha señalado a ‘La Línea’, cártel de Juárez, como posible responsable del asesinato de las familias mormonas, quienes según esta hipótesis habrían sido víctimas de la disputa en la zona por el control del territorio y por su lucha contra ‘Los Salazar’, cártel del Pacífico.

Por otro lado, se ha especulado con que la motivación pueda ser una venganza debido a que en la familia LeBaron hay conocidos activistas como Julian LeBaron, quien ha denunciado la falta de medidas de seguridad en la lucha contra el crimen organizado. De hecho, en 2009 la familia ya fue víctima de los grupos violentos que operan en la zona cuando Benjamin LeBaron, quien fue fundador de un grupo de lucha contra el crimen denominado ‘SOS Chihuahua’, fue asesinado. Desde entonces, según declaraciones de Julian recogidas por El Universal, a la familia le habían brindado protección federal. Sin embargo, en el momento en que se produjo la masacre no había nadie protegiéndoles. La zona estaba dominada por los cárteles.