Análisis de la mente de Rafa Nadal: cómo puede ayudarnos a afrontar los próximos meses de pandemia

  • El Dr. Manuel Jiménez López, profesor de la UNIR, analiza las características de Nadal

  • La mente y los actos del tenista dan pista sobre las razones de su éxito

¿Nos puede ayudar conocer la mente de Nadal para afrontar la pandemia? La respuesta es sí. El profesor del Departamento de Didáctica de la Educación Física y la Salud de la Facultad de Educación de UNIR Manuel Jiménez López analiza para Informativos Telecinco las razones. En una época de depresión, miedo, angustia y soledad por el coronavirus, los recursos de Nadal en la pista y fuera de ella nos puede servir.

Rafael Nadal (34) no necesita mucha presentación, pero el análisis de su mente y sus actos nos dan pistas de muchas de las razones de su éxito. Es considerado por muchos uno de los mejores deportistas españoles de la historia. El tenista de Manacor conquistó su 13º Roland Garros el pasado 11 de octubre e igualó a Roger Federer con 20 Grand Slams. Una carrera de éxito siempre marcada por la mentalidad ganadora.

El tenista manacorí es un ejemplo de saber adaptarse y no tirar la toalla. Desde que consiguió su primer gran título oficial, la ensaladera de la Copa Davis en 2004, siempre quiso llegar a ser el mejor. Una persona cien por cien competitiva y comprometida. Ahora, en tiempos de pandemia, la mentalidad de Rafa Nadal puede servir de espejo para saber afrontar una situación crítica, para saber adaptarse a circunstancias en las que no se tiene experiencia, para marcar objetivos en la vida o para reconocer limitaciones y mejorar nuestras habilidades. "Nadal destaca por lo que llamamos 'efecto ganador'. Cada vez que yo venzo a un adversario, se incrementan las concentraciones de testosterona y se impulsa el interés por seguir compitiendo con personas de mayor envergadura", explica Manuel Jiménez López.

Sabe medir la euforia y esos momentos en los que se incrementa la testosterona es clave en la pandemia. Rafa Nadal ha sido siempre capaz de controlar estos accesos de euforia y no permitir que este 'cerebro de la recompensa', que se ve estimulado por el triunfo, domine su conducta. "Exactamente igual que las personas resilientes ante las situaciones de estrés, es capaz de controlar sus tensiones y sus niveles de estrés en situaciones críticas, sin dejar que domine la conducta", explica el doctor Jiménez López.

Muchos son los que no entienden qué ocurre con los jóvenes, con sus botellones y su falta de civismo en una pandemia que no da un respiro. Pero hay elementos sociológicos y psicológicos que pueden explicar esta falta de raciocinio. "La salida del confinamiento ha podido producir una sensación de liberación, de alivio, que es cuando han podido tener acceso a la libertad. Esto ha hecho que muchas personas hayan sido capaces de controlar esa situación y llevarla a cabo y otras han perdido el control y han empezado a hiperestimularse, por ejemplo, algunos jóvenes que no entienden la importancia de respetar la distancia o la prevención ante una pandemia con la que tendremos que convivir durante un largo tiempo", precisa el especialista.

"Rafa se puede convertir en el sujeto más competitivo del mundo y con la mentalidad más competitiva que podamos encontrar, pero cinco segundos después se convierte en la persona más humilde. Capaz de consolar a la persona que acaba de vencer, que además es su amigo, como Roger Federer, y decirle: Oye, no te preocupes. Hoy has perdido, pero tú eres el mejor tenista de la historia. Vas a volver a ganar muchos más torneos", comenta el doctor Jiménez López al respecto.

"¿En qué se fundamenta esta capacidad que tienen tan pocos deportistas? Seguramente en la capacidad que tiene Nadal de ser consciente de cuáles son sus limitaciones y no olvidar nunca esa humildad y sacrificio por alcanzar los objetivos respetando siempre a todos los que están a su alrededor. Esto es muy interesante, muchos estudios sugieren que, no solo la testosterona nos impulsa a ser competitivos y a perder empatía, por decirlo de alguna manera, sino que puede jugar un papel importante en las conductas prosociales. Impulsa en algunos sujetos estas conductas de tolerancia y respeto hacia los demás", añade el especialista en actividad deportiva de la UNIR.

¿Qué mecanismos tiene Nadal para superar los baches?

Las lesiones pudieron minar la moral de Rafa Nadal hace unos años. Igual que los confinamientos sucesivos y los datos de contagios pueden minar la nuestra, no ver la salida al túnel de la pandemia. Pero llegará, y hay que estar preparados mentalmente para afrontar las dificultades que aún nos quedan hasta encontrar una vacuna.

Nadal nos puede servir de ejemplo para ello. Algunos llegaron a apuntar que su carrera había quedado estancada y que no volvería a ser el mismo. Recibió duras críticas y sumó derrotas. Trabajó mente y cuerpo, siguió las instrucciones de su entrenador y escuchó a su cuerpo y volvió a su mejor nivel para ser el número uno. Un ejemplo de superación, algo que se fundamenta en lo que se conoce como 'el cerebro ganador'.

Este 'cerebro ganador', explica el doctor Jiménez López, está compuesto por cinco grandes elementos. El primero es el compromiso. El sujeto debe tener claro cuáles son sus metas, que no tienen por qué ser objetivos alcanzables, pueden ser sueños que uno quiere tener. Lo importante aquí son los objetivos intermedios, cómo estar motivado para ir superándolos.

El segundo elemento es el control, para percibir tus emociones, porque no podemos hablar de controlar emociones, eso es imposible. Pero sí podemos manejar y conocer las emociones para que, en situaciones de estrés o bajo presión, no se permita que esta situación altere tu toma de decisiones.

El tercero es la confianza, que está sustentada principalmente por cómo evalúo mis propias habilidades -en su justa medida, ya que muchos creen que son mejores de lo que son y otros creen que son menos-. Tener confianza en sí mismo para conocer las habilidades de uno y saber cómo emplearlas en cada momento.

El cuarto sería la capacidad de concentración, focalizar tu trabajo bloqueando o siendo capaz de mantener al margen todos aquellos estímulos que pudieran distraerte de tus objetivos principales. Este 'focus' es el que va a hacer que el sujeto vaya siempre en una dirección determinada. Es como el faro al fondo del lago, me sirve de referencia. Aunque sea de noche, siempre iré en línea recta por mucha dificultad que encuentre.

Y por último, el conocimiento de sí mismo. Esto tiene que ver con cómo nos percibimos, cómo sentimos que somos, hacia dónde queremos llegar. Ser capaces de conocer nuestras fortalezas y también ser capaces de reconocer nuestras limitaciones.

"Estos cinco elementos son los que componen el 'cerebro ganador', el que hace que un sujeto vaya dando pasos progresivamente hacia sus objetivos finales y nada lo va a desenfocar. Si alguno de estos elementos falta, es cuando el sujeto puede perderse por el camino", destaca el doctor.

El 'cerebro ganador' para afrontar la pandemia

El 'cerebro ganador' puede ayudarnos a marcar nuestros objetivos durante la pandemia. El doctor Jiménez López destaca cada uno de los elementos en relación a la actual situación sanitaria. "Compromiso para tener claro cuál es el objetivo de la sociedad. Control de las emociones, estrés, para que en situaciones tensas como confinamientos seamos capaces de pensar con claridad y no dejarnos arrastrar por la frustración. Confianza en nuestra sociedad y el ser humano, en nosotros mismos, para utilizar nuestras habilidades de forma adecuada", aconseja el experto.

"Concentrarnos, eludiendo, eliminando todos los discursos negacionistas como anticientíficos, como sesgados, que intentan romper el compromiso de la sociedad. Y por último, aprovechar estos momentos para conocernos más a nosotros mismos. Para sentarnos a hablar con nosotros mismos y conocer con exactitud hacia dónde queremos ir y cómo debemos hacerlo. Si no me quiero a mí mismo, no voy a querer a los demás. Y no guiarnos por intereses de terceros", sugiere el doctor Jiménez López.

La capacidad de adaptarse a las superficies de Nadal

Nadal, para desarrollar su capacidad de adaptarse a toda superficie en el tenis, ha tenido que utilizar los cinco elementos. El sujeto tiene que ser consciente de cuáles son sus limitaciones. "Cuando Nadal se preparó para ganar Wimbledon, tuvo que cambiar completamente su forma de jugar. Esto obligó a Rafa a tener que hacer un sobreesfuerzo, de carácter fisiológico y psicológico, para modificar su forma de jugar para adaptarla a una nueva superficie en la que él no es especialista", explica el doctor Manuel Jiménez López.

"¿Por qué lo hizo? Pues porque dentro de sus objetivos, se planteó con su entrenador "vamos a ganar los cinco grandes". Como se planteó esta meta, su objetivo inicial era modificar su forma de jugar. Ya no podía hacer golpes de revés, digamos liftados, y tenía hacer golpes cortados. Porque en este tipo de superficies si haces un liftado se la dejo al adversario en una posición magnifica para rematar la jugada. Tuvo que enfocar una nueva técnica, un compromiso de trabajo... Rafa lo dijo claramente: "He aprendido a entrenar con dolor". Esto es un comentario muy importante, porque lo que dice es que, a pesar de tener las condiciones más adversas, he encontrado la fórmula de saber adaptarme a estas situaciones. Y es que más adverso que el dolor, para un deportista no hay nada", detalla el doctor.

"Cuando no disfrutas la pista y la padeces, se supera con una fuerza mental total. Tener claro todo, cuáles son tus objetivos, tus limitaciones... En este caso, Rafa tuvo una tendinitis rotuliana muy molesta, limitante, y pensó ¿Qué puedo hacer? Voy a modificar mi forma de jugar para intentar que este dolor se minimice y, además, voy a focalizar todo el trabajo para que cuando venga este dolor, mis betaendorfinas, hagan que la percepción que tengo de él sea menor", precisa el experto.

El apoyo de la familia, vital

Nadal siempre estuvo rodeado de los suyos. Compartió carrera con su tío Toni Nadal durante numerosos años y su familia siempre estuvo ahí en la grada. Es un ejemplo para pasar la pandemia siempre que en el intento no pongamos en riesgo a nuestros mayores. Pero el apoyo emocional de la familia es vital. "Al igual que Rafa, debemos rodearnos de los seres que más queremos en esta epidemia, sin duda. Ante situaciones críticas de estrés, debemos tener en cuenta lo que llamamos los tres apoyos", explica el doctor Jiménez López.

El primero de estos apoyos es el emocional. Ahora en la pandemia resulta más vital que nunca ante la reducción de la socialización. Esa persona o personas con las que yo puedo decir lo que siento y lo que pienso sin ser juzgado, y normalmente ese entorno de apoyo es el más cercano (familiares directos y amigos de toda la vida).

Otro elemento clave es el apoyo social, toda aquella persona con la que nos relacionamos, con la que tenemos una relación de amistad, pero no son esos amigos íntimos que forman parte casi de nuestra familia que también nos puede ayudar a superar la soledad a través de llamadas y videoconferencias. El tercer apoyo sería el especializado, que no tiene por qué ser un psiquiatra o un psicólogo, aunque también. Puede ser un entrenador, o una persona o un amigo que tiene conocimientos clínicos. A esta persona le podemos contar lo que nos pasa y quien nos va a dar una respuesta.

"Fundamentarte siempre en el apoyo emocional, es importante, pero, si nos fijamos, cuando estuvimos confinados tuvimos ese apoyo emocional (como los aplausos a los médicos) y hemos sentido que nos faltaba algo. El apoyo social, ese momento de salir y despejarte, de estar con otro grupo de personas, nos faltaba y el desconfinamiento ha demostrado que lo echábamos en falta aunque muchos han llevado sus ansias más allá de lo recomendable para la salud general. La realidad es que "no podemos obviar ninguno de los tres elementos para tener un equilibrio", explica el doctor Jiménez López al respecto.

Aprender de otros para gestionar el coronavirus

Otro elemento vital para hacer frente a la pandemia es descubrir las virtudes de los que nos rodean, las medidas de otros países que han triunfado ante el virus. El tenista español lo ha hecho para lograr el triunfo. "Nadal ha aprendido de sus adversarios porque en el fondo los admira. Sabe cuáles son sus fortalezas y también cuáles las limitaciones y no las obvia. Esas limitaciones las observa, su saque o servicio, por ejemplo. En su caso es de 180 kilómetros por hora, no es de los más potentes, y admira el de Djokovic, que es superior a 200 kilómetros por hora en el 90% de los casos. Esa admiración por las cosas en las que tengo limitación, hace que yo vaya progresando también mientras observo qué hacen los demás mejor que yo y cómo lo hacen para ver si yo puedo adaptarme a ese nivel", explica el doctor sobre una de las principales virtudes del tenista manacorí.

Nadal también ha manifestado siempre su admiración por Roger Federer, su mayor adversario a la vez que amigo. Siempre quiso aprender pese a ya tener otras habilidades desarrolladas. Y es que muchos países podrían tomar como ejemplo este rasgo para así saber reconocer errores y mejorar en la gestión de la pandemia observando los modelos que funcionan de la manera más eficiente en otros países y adaptar sus propuestas.

Y ese rasgo de unidad, de tomar al rival no como enemigo sino como alguien del que se puede aprender también nos ayudaría. Y ese mensaje deberían tenerlo en cuenta unos políticos que siguen sin ponerse de acuerdo. "Este rasgo de Nadal claro que nos sirve. Una de los rasgos que más se observa en los países que están gestionando mejor la pandemia es una unión bastante notable de todos los partidos políticos. Aquí es lo que nos falta. No nos ponemos de acuerdo bajo ninguna premisa. Así es imposible trabajar y alcanzar un éxito. Trabajamos en equipo, uno que no piensa en los demás ya es suficiente para provocar una situación crítica. Debemos cambiar el chip como sociedad. Dejar de lado este mantra de luchar por los intereses de uno", señala el doctor Jiménez López.

"Estoy seguro que Rafa siente frustración, cuando las cosas no le salen. Porque es una emoción básica, pero no va a dejar que esa frustración llegue a ser ira o rabia, como le pasa por ejemplo a Djokovic. El tenista serbio, en algunas situaciones, no es capaz de saber entender correctamente esa emoción y ponerle freno antes de que desencadene en un proceso de rabia o ira", explica el doctor al respecto. Y eso le pasa a nuestra clase política.

"Una de las cosas que más me gustó fue cuando se hablaba de que iba a ganar el último Roland Garros Dijo: vamos a ver, esto es lo menos importante, mi trabajo aquí es intentar hacerlo bien para que la gente disfrute y vea el espectáculo y durante unos minutos se olvide de lo que tenemos entre manos -la pandemia-. Pero lo que tenemos entre manos es 20 veces más importante que el hecho que yo gane o deje de ganar este torneo. Esto lo dice todo. Tiene claro cuáles son sus compromisos, no solo con él mismo, sino con todos los que le envuelven", resalta el doctor al respecto. Sí, la mentalidad de Nadal nos puede ayudar en esta pandemia, y mucho.