La chica haría cuatro declaraciones diferentes pero manteniendo siempre que fue violada por cinco jóvenes. En la primera aseguró que no los conocía y que la había raptado: "Me cogieron violentamente y me metieron en un maletero, a los 15 minutos pararon en un descampado y mientras uno me cogía fuerte los brazos, los otros me penetraron vaginalmente".
La chica estaba confusa por el alcohol y llegó a decir que le robaron el móvil. Pero en su segunda declaración recordó que lo había perdido junto al bolso dentro de la discoteca.
En su tercera declaración explicó que antes de su rapto y violación estuvo tomando cocaína con otro grupo diferente de chicos. Describió al que la sujetaba y gritaba "estate quieta puta" para que los otros la violaran uno detrás de otro. A uno de ellos se le identificó por el tatuaje.
En la cuarta declaración ante el juez dio muchos más detalles de la violación grupal. Y explicó que uno de ellos dijo: "Dejarla que esta nos la va a liar". Los acusados y un testigo aseguran que la chica tomó cocaína y cristal con ellos; no eran otros, desayunaron juntos, siguieron la fiesta y de manera consentida ella mantuvo relaciones sexuales. Uno de ellos llegó a decir que ella llevaba la iniciativa.
Hicieron fotografías y videos pero las borraron. Cuando fueron detenidos, la víctima no los identificó en la rueda de reconocimiento. La fiscalía no pidió prisión provisional porque considera que es muy prematuro. Faltan pruebas por practicar y 3 de los acusados dicen que fueron relaciones consentidas y dos lo niegan.