Los hechos sucedieron sobre las 10:53 horas de ayer. Un testigo escuchó que un coche llevaba pitando durante un largo periodo de tiempo y, por ello, decidió acercarse. Es entonces cuando encontró a la mujer golpeando el volante maniatada y decidió llamar al 091.
Nada más aproximarse los funcionarios al vehículo observaron a una mujer en el puesto del conductor, con las muñecas atadas con bridas de plástico al volante, con las palmas hacia el cuerpo y con importantes lesiones en ambas muñecas, ya que presentaba las mismas y las manos amoratadas e inflamadas. Asimismo, contaba con dos bridas de plástico y un trozo de cinta de embalar atado fuertemente al cuello que le provocaban un estrangulamiento por lo cual no podía hablar. Además, tenía serias dificultades para respirar, tal y como recoge 'La Provincia'.
Los agentes de la Policía Nacional tuvieron que usar una navaja para poder cortar las bridas que le impedían respirar. Una ambulancia trasladó a la joven hasta el Hospital Nuestra Señora de La Candelaria debido al uso inadecuado que hizo de las bridas.