Según indica Bild, la respuesta del joven ante tales palabras fue silencio. Pero el problema llegó cuando, de noche, dos niños de 11 años cogieron al menor agredido que fue violado por otro niño de 10 años. Y aunque dos compañeros fueron testigos directos, sin participar, estos no hicieron nada por evitarlo.
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Tampoco pudieron hacer nada los tres maestros y el educador que acompañaban a los 38 estudiantes a la visita al castillo. La historia salió a la luz una semana después, cuando un amigo de la víctima se lo contó a un trabajador social del centro escolar.
Teniendo ya conocimiento el colegio de los graves hechos, el centro informó a los padres y a la Policía. Por su parte, los agresores, dos menores de origen afgano y otro de origen sirio, han sido expulsados de la escuela y tendrán que ser reubicados.
Al autor de la violación, por ser un niño, no se le va a realizar ninguna evaluación médica. Y debido a que es reconocido como un niño, ya que incluso es unos meses más joven que la víctima, sólo se le impondrá un castigo. Los otros dos cómplices, tampoco podrán ser juzgados porque tienen menos de 14 años.