Nuria, tres intentos de suicidio: "Lo peor es la incomprensión, que te digan ¿qué derecho tienes a hacernos esto?"

  • "Cuando intentas suicidarte solo quieres desaparecer, dejar de existir, piensas que nadie te va a echar de menos", cuenta Nuria

  • "Lo peor no es la depresión, lo peor fue que la gente se enfadó conmigo por no haber pensado en ellos cuando intenté suicidarme", explica esta mujer

  • En España se suicidan 11 personas al día, una cada dos horas, y ya es la primera causa de muerte no natural

En las próximas dos horas una persona se suicidará en España, según los datos de Instituto Nacional de Estadística (INE). 3.941 personas se quitaron la vida en 2020, un 7,4% más con respecto al año anterior. 11 al día. Una cada dos horas y cuarto. El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España. En jóvenes de entre 15 y 29 años, también. El suicidio consumado casi triplica por primera vez los muertos por accidente de tráfico. Y en solo un año triplica las muertes por violencia de género que se han producido desde 2003.

Aunque todo se vuelva negro, hay unos segundos en los que todavía se puede elegir vivir. Morir es irreversible, pero la decisión de suicidarse no. Hay que saber que las personas con intentos suicidas, están enfermas, sufren, y necesitan ayuda. ¿Pero cómo ayudar?

Una de las peores cosas a las que se enfrentan es a la incomprensión. Nuria, de 42 años, con tres intentos de suicido a sus espaldas y en tratamiento desde los 20 años explica a NIUS cómo se ha sentido.

"Cuando entras en el agujero negro, no ves salida. Solo quieres desaparecer, dejar de existir, que nadie te va a echar de menos, que es mejor no seguir aquí", cuenta. El suicidio es un fenómeno social muy difícil de comprender. Aunque las cifras demuestran que sucede más a menudo y más cerca de lo que se piensa, sigue siendo una realidad a la que la gente no sabe como acercarse. "A veces los que intentan animarte no saben cómo hacerlo, ni qué decir y el agujero se hace todavía más profundo".

El chantaje emocional lo empeora

Decirle a una persona que se quiere suicidar o que lo ha intentado que no lo haga por sus seres queridos es un chantaje emocional que culpabiliza y no ayuda a la persona a salir de esa situación. "Yo hace 10 años me colgué. Hablaba con un amigo por Internet, que me decía que no le podía hacer esto, que me animara, que él no podía quedarse sin su mejor amiga. Y ese fue el punto de inflexión. Le dije; 'iros todos a la mierda me ahorco', y me colgué. En ese momento, vi que era real, que el suicidio era para siempre y sentí que el miedo a morir jugaba a mi favor. No sé cómo lo hice, pero conseguí apoyar un pie en la silla, me quite la cuerda y llorando llamé a mi madre".

Lo que encontró después no fue mejor. "Yo sabía que lo decían con buena intención pero me hundía más. ¿Qué vamos a hacer nosotros si te pasa algo?, es muy duro para nosotros, ¿qué derecho tienes a hacernos esto?, ¿no piensas en los que nos quedamos aquí?" explica Nuria. "Por supuesto que no", añade. "Pienso en que no sirvo de nada, que el mundo estará mejor sin mi. No pienso en ti, pienso en desaparecer", apunta Nuria que asegura que es egoísta que lo planteen así, deben mirar cómo debe estar esa persona para haber llegado a esa situación. "Lo demás no ayuda, al revés el chantaje emocional lo empeora. La incomprensión es terrible. Y entonces, pasan a animarte como si hubieras tenido un mal día, como si hubieras perdido el autobús y hubieras llegado tarde. `Venga pon buena cara, que no es para tanto'. Eso te destroza", explica.

Nuria asegura que en ese momento lo que más necesitas es que te entiendan, que te abracen, que te digan que no pasa nada si estas triste, que te pongan el hombro para llorar, que te digan estamos contigo, vamos a ayudarte. "El agujero negro te lleva a pensar que nadie te echará de menos y que sobras en este mundo por eso no sirve que te digan: 'hazlo por mí, yo me voy a quedar fatal'. Es algo que no depende de ti, tú crees que realmente no vales nada".

"Porque lo peor no es la depresión, lo peor fue que la gente se enfadó conmigo por no haber pensado en ellos. Encima de pelear para querer seguir viva, tenía que pelear con el chantaje emocional de amigos que dejaron de hablarme por "egoísta. Yo tengo miedo a morir y eso es lo me ha salvado. El problema vendrá cuando pierda ese miedo" explica Nuria en un tuit.

"Aunque parezca una contradicción, me agarré a las pequeñas cosas"

Nuria, vive con sus padres, tiene prohibido acercarse a la medicación, trabaja como secretaria en una academia y ha pasado unos años buenos. Pero, hace un mes se las ingenió para hacerse con todas las cajas de pastillas. En ese momento, volvieron sus miedos. "Si las uso será para siempre. Hay salida. Aunque parezca una contradicción me agarré a las pequeñas cosas. A mi familia, a mi trabajo, a mis amigos. Es cierto, que no pueden hacerte sentir culpable pero los que estamos enfermos queremos lo que todo el mundo, saber que te necesitan. Lo que te hace tirar la toalla es a la vez lo que te puede salvar", advierte. Por desgracia mucha gente no lo consigue.

Nuria asegura que cuando entras en bucle hay formas de parar a la cabeza. Pero ella lleva 20 años de psiquiatras y psicólogos. Yo empiezo a multiplicar la tabla del siete por 12, por 13, por 14... cuando llego al 20 solo estoy pensando en números y eso me tranquiliza. Hay muchas fórmulas, cada uno puede encontrar la suya. Yo tengo miedo, que un día no sirva, que me deje arrastrar por el agujero negro, que no pueda salir de él. En ese momento, no me hagas sentir culpable solo cógeme la mano", dice Nuria.

"Si con esto he ayudado a una sola persona, me siento feliz. Hay un momento cuando tienes que tomar la decisión de si compensa o no, que debes darte un segundo y ponerlo en una balanza. Tu quieres dejar de sufrir pero la muerte es para siempre. Compensa seguir intentándolo. Eso quiere decir que estás vivo", concluye Nuria, que a día de hoy está de baja intentando salir una vez más del agujero negro.

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