Papá Noel se pone un EPI: la historia de un cribado en vísperas de Navidad en Barbate
Unos 850 ciudadanos de Barbate han sido convocados para hacerse un test de antígenos
La localidad gaditana roza los 700 casos por 100.000 habitantes
Llueve débilmente sobre Barbate (Cádiz). A estas horas, muchos ya han dejado a sus hijos en el colegio y se dirigen a trabajar o, quizás, en un respiro, a buscar algún regalo para la cercana Navidad. Pero este jueves es un día especial. A la localidad, con una población censada de unos 23.000 habitantes, y una incidencia por Covid-19 de casi 700 casos por 100.000 habitantes, ha llegado un regalo que llevan pidiendo cuatro veces en los últimos cuatro meses: un cribado de antígenos.
A Papá Noel no le ha quedado otra que ponerse un EPI y cambiar el trineo y los renos, por un reluciente camión lleno de test, para hacerle las pruebas a 850 barbateños.
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"Cualquier cosa que se haga a nivel sanitario está bién, nos da igual el día", explica, resguardado de la lluvia, Miguel Molina, alcalde de Barbate. "Evidentemente, estamos en estas fechas y podemos considerarlo como un regalo de Navidad pero, aunque reconocemos el esfuerzo de la Junta de Andalucía, para nosotros todavía es insuficiente para cubrir la demanda sanitaria de nuestra localidad".
Y es que, después de una primera ola casi sin incidencia, un verano de playas y visitantes ha llevado a un incremento constante de los casos desde principios de setiembre. Ahora se acercan a un total de 600 casos y han perdido ya a siete vecinos. Un buen motivo para vencer a este día de agua y acudir al cribado.
"He recibido un mensaje por el móvil diciéndome que tenía que estar aquí", cuenta Juana, con la resolución que le da ser profesora de pilates. "Vengo por deber ciudadano, me parece que es necesario que se hagan estas pruebas y listo. Si hay que hacérsela, se la hace una".
Dentro del polideportivo, los primeros citados se alinean sentados en sillas a la espera de su turno. Las miradas se adivinan inquietas tras la mascarillas. Es un regalo, sí, pero una especie de regalo sorpresa. En menos de una hora estas personas, que ahora esperan pacientemente, sabrán si su prueba ha sido positiva.
La prueba no es obligatoria, la prueba, tampoco cuenta con un permiso laboral establecido para acudir a ella, pero al patrón de Antonio no ha hecho falta decírselo dos veces. "Mi jefe es el primero que me ha animado, me ha dicho que no lo vaya a perder", dice. "Estoy contento de estar aquí. Hay mucha covid en Barbate, y quiero estar seguro de no ser uno de ellos".
En del interior del camión, Papa Noel se ha transformado en sanitarios de la Junta que encienden ordenadores y acumulan test para dar un fotografía lo más precisa posible de la situación de la pandemia en el pueblo. Pepi, una mujer de mediana edad, espera fuera para ser la primera en recibir su regalo. "Recibí un sms y me quede helada, pero vamos aquí estoy para hacérmelo", señala.
Y Pepi entra al camión, dónde el acceso de quien cuenta esta historia esta prohibido. En menos de un minuto ya está fuera sonriendo: "Ojala salga negativo, que es lo principal", cuenta. "¡Si es así, ¡ohú, chicos Reyes!".