La parricida se llevó a las niñas, Alaina Rau, de dos años, Cassidy Rodery, de seis y Kyrie Rodery, de 8 a una zona de bosque del Condado de Kent donde las mató disparándoles con un rifle; luego trasladó los cuerpos a su coche y condujo hasta un área cercana a la casa de su novio, bajó del coche y se suicidó.
“Ella probablemente creía que estaba protegiendo a las niñas de algo. No sé qué más decir. No hay una buena respuesta”, explicó la sheriff Michelle LaJoye-Young cuando trataba de explicar varias notas escritas por Aubrianne Moore, la joven, que encontraron en el interior de la casa familiar.
La mujer se llevó a las niñas del colegio donde estaban mintiendo sobre una falsa cita médica que le permitió estar a solas con ellas.
La madre, al parecer tenía serios trastornos mentales y una trabajadora social pidió su hospitalización el pasado mes de septiembre argumentando que Moore sufría psicosis paranoide y alucinaciones visuales y auditivas, según ha publicado un periódico de Boston.
La trabajadora social en el informe que realizó sobre Aubrianne Moore escribió que "la mujer tiene una enfermedad mental y, como resultado de esta enfermedad se puede esperar que el individuo dentro de un futuro cercano pueda lastimarse física o intencionalmente o sin querer gravemente a sí mismo o a otros".