Un perro de búsqueda, clave para encontrar al bebé muerto junto al río Besós

  • Miki, miembro de la unidad canina, ha marcado la zona donde estaba el cadáver

  • El perro ha sido clave para poner fin a tres días de exhaustiva búsqueda

  • El cuerpo del bebé estaba semienterrado entre los cañaverales próximos al río

El cuerpo del bebé hallado muerto en el río Besós ha sido localizado este viernes tras una exhaustiva y tediosa búsqueda iniciada el pasado martes 24 de septiembre. Su cadáver estaba semienterrado, metido entre unos cañaverales en una zona que los efectivos que han trabajado para localizarlo ya habían peinado en diversas ocasiones. De hecho, era una de las zonas principales en las que centraban sus esfuerzos, pero no vieron al bebé porque se encontraba en un lugar muy difícil de ver para el ojo humano. Ese punto es especialmente frondoso, y por eso hoy la estrategia consistía en despejar la zona a golpe de motosierra, cortando la vegetación para facilitar los accesos. Caña a caña se han abierto paso, pero no ha sido hasta que han entrado en acción los perros especialistas cuando han conseguido localizar el cadáver del recién nacido.

Ha sido Miki, un pequeño miembro de la unidad canina, el que ha marcado la zona donde finalmente han encontrado al bebé. Gracias a su olfato, ha finalizado una búsqueda que se extendía ya hasta los tres días.

Vieron al padre del bebé deshaciéndose de él

La operación de búsqueda se inició después de que un testigo alertase al 112 de que había visto a un joven adentrarse en el río con un bebé al que podía haber dejado allí. Así mismo, varias personas que se encontraban en la zona aseguran haber visto por la misma zona una maleta con ropa y restos de sangre, algo que encontraron las autoridades instantes después.

No fueron los únicos que vieron al padre del bebé, de tan solo 16 años. Tras el suceso se presentó en un bar completamente empapado. Fue aquí donde inventó una coartada, asegurando que le querían matar y que le habían robado una maleta, razones por las que justificó haberse adentrado en el río.

Fue instantes después cuando su padre le recogió en aquel local y le convenció de que confesase a las autoridades de lo que acababa de ocurrir. Lo hizo, y dijo que actuó de esa manera “porque era un hijo no deseado”.

Exculpa a la madre, a quien dice que engañó para llevarse al bebé

Tras ello, fue detenido, y ahora permanece internado en un centro de menores. Su pareja, la madre del recién nacido, está en libertad. Él la ha exculpado. Asegura que no sabía nada, que él la engañó y le dijo que se iba a llevar al bebé a los servicios sociales, una versión que, de ser así, podría exculparla de una posible acusación de asesinato.

No obstante, tras el levantamiento del cadáver del bebé ahora es la autopsia la que debe esclarecer las causas y circunstancias de la muerte; algo que servirá para repartir culpabilidades.

De momento, el caso, contextualizado dentro de un embarazo no deseado y llevado en secreto, con dos padres menores, –de 16 años él y 17 años ella–, continúa rodeado de incógnitas.