La invasión de la lagarta peluda: una plaga de orugas se adentra en Algeciras

  • Este lepidóptero arrasa el Parque Natural de Los Alcornocales y del Estrecho, afectando ya a unas 20.000 hectáreas

  • Las orugas han entrado en la ciudad, inundando calles y fachadas de la barriada algecireña de Pelayo

Tiene un nombre de esos que asusta a los niños e inquieta a los mayores. Lagarta peluda, la llaman en el Campo de Gibraltar. Un lepidóptero devorador de árboles, que ya afecta a cientos de hectáreas del Parque Natural del Estrecho. Lo suyo son los alcornoques, que la plaga puede devorar en apenas dos días.

Dicen los más viejos de Pelayo, una barriada de Algeciras, que cada cuatro años se adentra en la ciudad. Y vaya si lo ha hecho este 2020. Ha invadido las paredes de sus casas, sus piscinas, ha devorado plantas y frutales. Los vecinos de Pelayo sobreviven rodeados de orugas.

"Toda esa parte de ahí estaba verde, verde", dice Juan, mientras señala a un grupo de alcornoques próximos a su casa. "Y mira cómo está todo. A mí se me han comido hasta un peral, se lo tragan todo". De hecho hasta parecen haberle cogido el gusto a la piscina vacía de Juan. Todos los días, como el que recoge hojas, él recoge orugas a cubos: "Así llevamos más de quince días y cada vez son más, y no se van, no se van".

"A cubos", confirma la presidenta de la AAVV, Maribel Oliva. "Los niños no pueden salir, los mayores tampoco. Después de estar encerrados con el coronavirus, ahora esto. Imagínate cómo está la barriada". Y es que las gestiones de la asociación de vecinos no han surtido efecto. Primero por la pandemia, luego por esta última semana de levante, lo cierto es que la fumigación aérea que pedían, todavía no se ha realizado. Las orugas, mientras tanto, a sus anchas, subiéndose, literalmente, por las paredes, y hasta por la ropa de los vecinos.

Ha invadido las paredes de sus casas, sus piscinas, ha devorado plantas y frutales

"Han venido y han hecho una fumigación terrestre, pero eso ha sido nada", prosigue Maribel Oliva. "Está siendo horrible, y las personas mayores, que ya lo han vivido otras veces nos dicen que durará hasta finales de junio. Estamos todavía a principios de mes, si fumigan y nos quitan un mes de esto, mejor".

"Al paso que llevan no va a quedar planta con cabeza," asegura Genoveva, que mira un níspero que ya no parece un níspero. "Estoy aburrida de la vida, este año son muy grandes y hay muchísima cantidad. No podemos ni tender, porque por donde quiera que pasan dejan la mancha amarilla".

No son los únicos que se quejan, Las organizaciones ecologistas reclaman, desde hace tiempo, medidas contra esta plaga, que por lo general se queda en el bosque, pero que en años como este, también decide hacer una visita a Algeciras.