La Guardia Civil habla de "nulas" medidas de seguridad en el pozo en el que cayó Julen

Informativos Telecinco / Agencias 31/01/2019 12:37

El Seprona concluye que las medidas de seguridad adoptadas para evitar accidentes en el pozo de sondeo en el que cayó Julen fueron “nulas”. Es lo que determina la investigación secreta que abrió la Guardia Civil durante el operativo de rescate con el objetivo de aclarar la legalidad de la perforación y del movimiento de tierra realizado en la parcela del cerro de la Corona, de Totalán.

Los agentes, paralelamente, abrieron otra investigación, también secreta, a cargo de la Policía Judicial centrada en las circunstancias de la caída del pequeño y el sellado del pozo.

En la investigación del Seprona, según informa el diario Sur, los agentes pudieron verificar que se habían hecho obras en la parcela. Concretamente se había rebajado el terreno creando un rectángulo de 17 metros por 35, en total unos 500 metros cuadrados de superficie.

Los agentes fotografiaron e inspeccionaron la zanja que está sobre el rebaje, con forma de 'L' y 35 metros de largo, por 50 centímetros de profundidad y cinco metros de ancho. La última parte de esa zanja terminaba en el pozo al que cayó Julen. El pozo, según el informe del Seprona, tiene 28 centímetros en la boca pero su diámetro de construcción es de 21 a 22. El pocero declaró que tendría entre 111 y 114 metros de profundidad. En la finca había tres palés con bloques de hormigón como los que el dueño dice que tapaban el pozo, cuatro sacos de cemento, dos de arena y rollos para canalizar los cables de la electricidad y el agua.

No había permiso para nada

El Seprona concluye que el pozo se hizo sin permisos. Las obras del rebaje del terreno y de la zanja tampoco tienen permisos. De la obra ilegal, la Guardia Civil considera responsable tanto al dueño de la finca, David, familiar de Julen, como al contratista que hizo el trabajo.

El dueño de la fina por su parte ha declarado a la Guardia Civil que estaba preparando la comida cuando ocurrió el terrible accidente. "Yo escuché al padre del pequeño gritar ¡Julen! Cuando me asomé, observé cómo los dos bloques de hormigón que tapaban el pozo se habían desplazado y se veía el agujero, aunque no escuché al crío", contó el propietario.

El padre de Julen, Jose, que asegura que si vio al niño caer y que corrió para sujetarlo pero que no llegó, ha explicado a los agentes que David le dijo que el pozo estaba tapado con bloques de hormigón y que cuando su hijo cayó vio como “junto a la boca había dos bloques de hormigón separados y en el medio quedaba el agujero. Sabía que el pozo estaba allí, David me lo había dicho pero que estaba tapado por los dos bloques”.