El acusado de matar a su pareja en Úbeda, Jaén, asegura que actuó en defensa propia y dice estar "muy apenado"

  • M.E.V., de 55 años, acusado de matar a su pareja en Úbeda, Jaén, en septiembre de 2018, dice que lo hizo en defensa propia

  • Asegura que su pareja se abalanzó contra él con un cuchillo y actuó para defenderse: "En ningún momento pensé que había muerto"

  • El acusado ya fue condenado a 15 años por agredir sexualmente a la hija de la fallecida

Acusado de matar a su pareja en Úbeda, Jaén en septiembre de 2018, tras golpearle con una plancha en la cabeza y asfixiarla estando ya en el suelo, M.E.V, de 55 años, ha defendido ante el tribunal popular que le juzga en la Audiencia de Jaén que lo hizo en defensa propia, y ha asegurado que se encuentra “muy apenado” porque “en ningún momento” pensó en acabar con la vida de la que era madre de dos de sus hijos.

Aceptando contestar exclusivamente a las preguntas de su abogado y no a las del resto de las partes personadas, el hombre, –que ya en mayo de este año se sentó también en el banquillo de la Audiencia de Jaén, donde fue juzgado y condenado a 15 años de prisión por agredir sexualmente a la hija de la fallecida desde que la niña tenía tan solo ocho años y hasta que cumplió 15–, ha expuesto un relato en el que no solo llega a rechazar que el acto fuese un asesinato, sino que, tal como procura la defensa, se muestra como el maltratado.

Concretamente, –cambiando su versión respecto a la que efectuó en el juzgado de Instrucción de Úbeda porque hay "pequeños detalles" que ya no recuerda, aunque sí "lo esencial"–, ha señalado que todo arrancó con una discusión con quien fuese su pareja tras la cual ella fue la que se abalanzó contra él con un cuchillo de cocina.

Así, dice que cuando notó que le había alcanzado en el abdomen, cogió lo primero que tenía a mano: una plancha con la que le golpeó en la cabeza.

María de los Ángeles, –la mujer–, cayó en el suelo “boca abajo”, pero, según el relato que ha mantenido el acusado, ella no cesaba en su intento de apuñalarle con el cuchillo y, de hecho, no lo soltó en ningún momento. Insiste en ello en su relato, porque así justifica su posterior acción: subirse sobre su espalda, con ella boca abajo, coger una bayeta, –según él para protegerse–, y asfixiarla con ella y con sus manos.

La versión del acusado: “En ningún momento pensé que había muerto”

En este sentido, asegura que paró cuando ella soltó el cuchillo y no se movía, afirmando que no era consciente de que había acabado con su vida.

"Pensé que estaba inconsciente. En ningún momento pensé que había muerto", siempre a preguntas de su propio abogado.

Tras ello, la dejó tirada en el suelo y salió con su hijo pequeño de casa para ir a un centro de salud cercano para que le curaran las heridas del abdomen.

De este modo, el abogado de la defensa intenta en su estrategia hacer ver que el maltratado en este caso es el acusado y no al contrario, por lo que rechaza tajantemente que lo que su defendido cometió fuese un asesinato, argumentando que, "en todo caso sería un homicidio" y "en legítima defensa", algo que rechazan completamente plano tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular.

La acusación no tiene dudas: asesinó a la víctima tras años de vejaciones y maltratos

La versión del acusado y su defensa están en las antípodas de lo que el Ministerio Fiscal y la acusación particular exponen. La víctima, María de los Ángeles, de 41 años, aseguran que sufrió años de malos tratos, vejaciones y amenazas.

De acuerdo al escrito de la Fiscalía, al que ha accedido Europa Pres, desde que iniciase una relación con María de los Ángeles, en la que tuvieron dos hijos, “trató en todo momento de controlarla impidiéndole que pudiera disponer de dinero, limitando sus gastos y no permitiéndole que trabajara si no lo hacía con él".

Así, el fiscal relata palizas delante de los hijos, amenazas de muerte, e "innumerables" humillaciones, llegando incluso un día en el que la dejó encerrada en un chalet junto a tres de sus hijas, todas ellas menores de edad. La víctima, defienden, nunca acudió al médico "por miedo a las represalias y advertencias del acusado".

La víctima presento una denuncia por malos tratos contra el acusado

En noviembre de 2016, de hecho, María de los Ángeles presentó denuncia contra el acusado por malos tratos, sin embargo, la responsable del Juzgado de Instrucción número 1 de Úbeda acordó el sobreseimiento provisional por falta de pruebas.

A partir de ese momento, ella decidió trasladarse a su Arahal natal, en Sevilla, donde las "advertencias y presiones" por parte del acusado fueron constantes hasta el punto de quedar registrados numerosos mensajes donde el procesado le pedía que regresara porque ya no le iba a pegar más y que no le volvería a hacer daño.

En dichos mensajes, según el Ministerio Público, el acusado también reconoce que obligó a su hija a presentar una denuncia falsa contra ella y que conllevó una orden de alejamiento respecto a sus tres hijos.

Así, sometida a presiones constantes, aceptó finalmente volver con el acusado en enero de 2018 para así poder estar junto a sus hijos, pero, según el fiscal, continuaron "las humillaciones y desprecios" e incluso fueron a más cuando en el mes de agosto ella comenzó a trabajar en un bar.

La acusación insiste: el acusado golpeó a la víctima sorpresivamente y sin darle opción a defensa

Volviendo al día exacto en que se produjeron los hechos, la tarde del 21 de septiembre de 2018, la acusación apunta que cuando la víctima estaba en la cocina y su hijo pequeño estaba durmiendo, el acusado, aprovechando que ella estaba de espaldas, "de forma totalmente sorpresiva a inesperada y sin dar opción alguna de posible defensa", cogió una plancha con la empuñadura hacia abajo y le golpeó “fuertemente”.

Ya en el suelo, el acusado y siempre según el relato de los hechos del Ministerio Fiscal, "comenzó a asfixiarla, utilizando para ello su antebrazo derecho y posteriormente las dos manos, para acabar utilizando una bayeta", causándole la muerte.

Seguidamente, apuntan, cogió un cuchillo con el que se infringió "seis lesiones en la parte lateral izquierda de su abdomen, así como tres cortes en la camiseta que portaba, depositando el cuchillo al lado del cuerpo sin vida de María de los Ángeles".

De este modo, la Fiscalía insiste en que hubo un delito de asesinato, además de otro de maltrato habitual, dos delitos de amenazas y uno de coacciones, con el agravante de parentesco y género.

Así, solicitan la pena de 32 años de prisión, y reclaman 400.000 euros de indemnización a repartir entre los cuatro hijos de la víctima.

Por su parte, la acusación particular eleva su petición de penas a 37 años de cárcel y una indemnización de 150.000 euros para tres de los hijos de la fallecida. También están personados en la causa, la Junta de Andalucía por dos de los hijos de la víctima que se encuentran bajo su tutela, y la Abogacía del Estado.

Una condena de 15 años por agresión sexual a la hija de la fallecida

El acusado, que en mayo de este año fue juzgado y condenado a 15 años de prisión por agredir sexualmente a la hija de la fallecida, amenazó a esta con matar a su madre si contaba algo de lo que estaba ocurriendo. En total, según la condena, la sometió a siete años de violaciones. Presuntamente, el 21 de septiembre de 2018, además cumplió su amenaza.

El asesinato de María de los Ángeles E.J. conmocionó Úbeda, cuyo Ayuntamiento decretó tres días de luto oficial. En este caso sí que había denuncia previa por malos tratos, pero el juzgado la archivó por falta de pruebas.

Un jurado popular, integrado por ocho mujeres y tres hombres, será el encargado de juzgar este caso en la Audiencia de Jaén. Esta tarde y durante el martes declararán los testigos, mientras que para el miércoles está prevista la declaración de 24 peritos y forenses.