El voto De Ricardo González a favor de absolver a la manada deja aseveraciones como estas: “No aprecio en ninguno de los vídeos y fotografías signo alguno de violencia, fuerza, o brusquedad (..) Sí de una desinhibición total y explícitos actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo en todos ellos”. En su voto disconforme ha necesitado 237 para razonar su decisión, casi el doble que de la sentencia. González explica pormenorizadamente su razonamiento. “La expresión de su rostro es en todo momento relajada y distendida y, precisamente por eso, incompatible (..) con miedo, temor, rechazo o negativa”, afirma en su voto.
El juez preguntó insistentemente a la víctima en la vista oral sobre cómo fue su negativa. Sobre los los vídeos del abuso el apunta: “Se escuchan sonidos de voz femenina que pueden describirse como gemidos o jadeos de carácter sexual”.
Su disconformidad acaba en un ataque a sus compañeros de tribunal: “Aprecio (…) cierto sesgo voluntarista para poder justificar mejor su decisión de condenar a los acusados por un delito de abusos sexuales”, afirma. El caso es que este mismo tribunal antes juzgó antes ocho agresiones sexuales, delito agravado del abuso sexual, cuatro acabaron con condena y cuatro en absoluciones. Si rebuscacamos en las sentencias de Ricardo González sobre agresiones sexuales, pero con otros compañeros de tribunal, comprobamos que optó por votar condena 25 veces mientras que en 12 votos, como hoy, por la absolución.