Sergio Fernández, padre del niño de 7 años asesinado presuntamente por su madre en Almería, ha dado una rueda de prensa para denunciar la inoperancia de los servicios sociales, la Policía y la Justicia en el caso de su hijo. Sergio ha querido poner voz a todos los padres que acuden a los servicios sociales y nadie les escucha. Es la otra cara de una violencia soterrada, que en nada impide proteger a las mujeres asesinadas como consecuencia de la violencia de género, pero que también son una realidad que puede, como en este caso, acabar en tragedia.
El padre ha explicado que su mujer puso varias denuncias falsas contra él y que tenía miedo. "Temía que ella se tirara al suelo y me denunciara por cualquier cosa. Nadie escuchó tampoco a su hijo que el 25 de agosto se tuvo que ir con ella llorando y los agentes me decían que se tenía que ir con ella. Él se agarraba a mi pierna y decía que no quería irse. Incluso se puso el pijama y se metía debajo de la cama y decía que allí no iría mamá. Al final se tuvo que ir con ella a la 1:30 de la madrugada. El niño era un encanto y al final se fue llorando amorrado a su cabeza", ha relatado el padre roto de dolor. Hasta los tíos maternos, en este caso, preferían que la madre no estuviera con el niño a solas, pero no sucedió así con el padre de la parricida. "Él decía que ella estaba perfectamente y yo le dije que si le pasaba algo al niño, él sería responsable. Todo lo que se ha vivido aquí no tiene nombre. Esto yo lo he vivido con 43 años, pero mi hijo lo ha vivido con 7", ha confesado entre lágrimas.
Por último, Sergio ha asegurado que nadie se ha puesto en contacto con él para darle explicaciones sobre lo que ha pasado. "No se ha puesto en contacto Asuntos Sociales ni la Guardia Civil de Huércal, solo los agentes de Homicidios".