Los terroristas de Barcelona y Cambrils compraron material para explosivos afirmando que se iba a usar para blanquear ropa

  • Adquirieron grandes cantidades de peróxido de hidrógeno, acetona y disolvente

  • Robaron joyas para posteriormente venderlas y poder adquirir los componentes para los atentados

  • "Eran amables y hablaban perfectamente catalán"

Eran amables y hablaban perfectamente catalán. Simulando su plena integración se mostraban los terroristas de los atentados de Barcelona y Cambrils cuando iban a comprar los componentes que usaron para fabricar los explosivos.

En las imágenes recabadas, se aprecia cómo Mohammed Hychami, amenazante en el vídeo rescatado de los escombros de Alcanar, y el último en ser abatido en Cambrils, manipulaba los materiales, al igual que Younes Abouyaaqoub, autor del atropello de la Rambla. Decían que los materiales que compraron eran para blanquear la ropa. Grandes cantidades de peróxido de hidrógeno, acetona y disolvente fueron algunos de los componentes que adquirieron con el objetivo de perpetrar la masacre.

Juicio a la célula de Ripoll

Este miércoles la Audiencia Nacional ha reanudado el juicio a dos presuntos integrantes de la célula yihadista de Ripoll (Girona), Mohamed Houli y Driss Oukabir, y un supuesto colaborador, Said Ben Iazza, acusados de participar en la preparación de los atentados peretrados tanto en Las Ramblas, con un atropello múltiple con una furgoneta, como en Cambrils en agosto de 2017.

En total, 16 personas murieron en los ataques, que dejaron también 140 heridos.

Mohamed Houli sobrevivió a la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona), donde la célula preparaba los artefactos explosivos. Ocurrió la noche del 16 de agosto de 2017 y, según los Mossos d'Esquadra que testificaron al comienzo de la vista, desencadenó que improvisaran los ataques al día siguiente en Barcelona y de la madrugada del día 18 en Cambrils.

Según precisa la Fiscalía en su escrito de acusación, en la explosión de la casa de Alcanar resultó herido Mohamed Houli y fallecieron dos presuntos terroristas, entre ellos el imán de Ripoll, Abdelbaky Es Satty, en torno al cual se formó la célula.

Piden 41 y 36 años de cárcel

Los fiscales piden 41 años de prisión para Mohamed Houli y 36 para Driss Oukabir, a cuyo nombre supuestamente se alquiló la furgoneta utilizada en el atentado de Las Ramblas de Barcelona por Younes Abouyaaqoub, abatido el 21 de agosto por los Mossos en un camino de Subirats (Barcelona).

Said Ben Iazza, el presunto colaborador, se enfrenta a una petición del Ministerio Público de 8 años de cárcel por prestar presuntamente su documentación y su furgoneta isotérmica para comprar y transportar los precursores explosivos.

Declaración de 19 testigos

En la vista de este miércoles han comparecido 19 testigos, entre ellos la dueña de un restaurante de Ripoll donde trabajaba uno de los cinco terroristas que fueron abatidos en Cambrils la madrugada del 18 de agosto después de que hubieran atropellado a una agente, que resultó herida, y a otra mujer, que falleció, además de herir a 11 personas con cuchilos y un hacha.

Esta testigo ha recordado que denunció que el 14 de julio de 2017, cuando ella estaba trabajando en el restaurante, sufrió el robo de unas joyas en su domicilio.

Los terroristas las tomaron y después, como han declarado trabajadores de una joyería y de dos tiendas de compraventa de oro de Vinaroz (Castellón), las vendieron para adquirir material para los atentados.

Concretamente, y según la Fiscalía, dos miembros de la célula, entre ellos Mohamed Houli, llevaron a cabo la venta de joyas entre los días 12 y 16 de agosto para comprar unas bombonas de butano.

Adquisición del material para los explosivos

Doce testigos, que también han reconocido a algunos integrantes de la célula, afirman haberles vendido en locales de Tortosa (Tarragona), Gurb (Barcelona) y Vinaroz diversas cantidades de peróxido de hidrógeno, acetona y disolvente entre los meses de julio y agosto.

En concreto, hermanos responsables de una empresa de Tortosa han recordado que vendieron a uno de los presuntos miembros de la célula cien litros de peróxido de hidrógeno y que el joven les explicó que lo quería para blanquear ropa en su empresa de Marruecos.

Del mismo modo, dos trabajadores de una empresa de pinturas de Gurb han indicado que el joven que les compró siete garrafas de acetona les indicó que las quería para limpiar unas piezas de hierro en un depósito. "Hablaba catalán perfectamente y era muy educado", ha comentado uno de los testigos.

En la misma línea, la empleada de una tienda de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) ha declarado que el "chico de Las Ramblas", en referencia a Younes Abouyaaqoub, compró en el local dos días antes del atentado unos interruptores y unos pulsadores. "Hablaba catalán perfectamente", ha coincidido en afirmar.