En una entrevista con Efe, Torres ha afirmado que el ladrillo es "la gallina de los huevos de oro" que ha convertido a muchos en millonarios sin que sean "conscientes" de la corrupción que genera y lo que pierde la sociedad en equipamiento, y ha atribuido esta actitud a una "mentalidad social a corto plazo".
El actual titular del Juzgado de lo Penal 5 de Granada, que ofrecerá una conferencia sobre la Corrupción Urbanística en la Costa del Sol en el Segundo Congreso de Estudios Penales que se celebra el 23 y 24 de abril en la capital granadina, ha destacado las "muchas posibilidades de negocio" que ofrece esta zona "para hacerse rico".
Al buen clima, los servicios y las infraestructuras ha añadido la "facilidad para esconderse" de localidades como Marbella, que la convierten en destino para el blanqueo de capitales, especialmente en la construcción, a la que ha vinculado "casi la totalidad" del crimen organizado que opera en la Costa del Sol.
No obstante, para este juez, Marbella no es la "oveja negra" de los municipios del litoral malagueño, ya que su modelo de gestión "no es sustancialmente diferente" al de otros ayuntamientos, por lo que augura que casos similares "volverán a repetirse" si se mantiene el modelo basado en la construcción y los alcaldes ostentan el "inmenso poder" actual sobre las competencias urbanísticas.
"Las administraciones han permitido, e incluso fomentado, que muchos hagan lo que quieran", ha lamentado el magistrado, para quien tanto los organismos oficiales como los propios ciudadanos "han mirado para otro lado" mientras esto sucedía.
Por eso, denuncia que durante años se han visto sólo los factores positivos del crecimiento que genera la construcción como la creación de empleo y el desarrollo turístico, sin atender a lo negativo para el medio ambiente, la corrupción o el blanqueo.
Respecto a su labor como instructor del "caso Malaya", Torres ha manifestado que, dado que existían cientos de causas abiertas por irregularidades urbanísticas en Marbella, no le sorprendió "nada de la investigación", al ser prácticas que los vecinos "sabían y decían" en la calle.
El juez ha sostenido que si la investigación no se hizo antes no fue porque no se pudiera, sino "porque a nadie le interesaba que saliera".
Miguel Ángel Torres se siente "orgulloso" de haber trabajado con un equipo que desarrolló un método de actuación "nunca visto hasta entonces" y que supuso el registro de un ayuntamiento y la detención de la corporación local.
"Durante un tiempo te cambia la vida radicalmente y te sientes menos libre", ha declarado a Efe el magistrado, para quien esta instrucción marcó "un antes y un después" en su rutina.
Torres, que no se considera un juez mediático, mantiene que no todos los que aparecen en los medios lo hacen por decisión propia, sino por la "repercusión pública" que puedan tener sus investigaciones y se pone como ejemplo, ya que no le gusta "salir en las fotos".
Por eso, atribuyó a la "mala suerte" que a su vuelta a los juzgados de Granada le tocara por turno enjuiciar al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez.
En el congreso también intervendrán los magistrados del Tribunal Supremo y de la Audiencia Nacional, José Manuel Maza y Baltasar Garzón, el juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, el Fiscal Superior de Andalucía, Jesús María García Calderón y el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, entre otros.