El tren de los sueños rotos: "Tuvimos que irnos, no teníamos ni para comer"
Decenas de españoles sin trabajo e ingresos vuelven a su lugar de origen
En las estaciones de tren encontramos gente que intenta desplazarse pero sólo por alguna razón de peso. Son historias impactantes que hemos encontrado en la estación de Atocha cuyos andenes encontramos semivacíos en lo que tendría que ser una muchedumbre en hora punta de víspera de festivo.
En Atocha hay viajeros que vuelven del trabajo con la incertidumbre de saber si el lunes iniciarán la tan ansiada desescalada. Pero también nos topamos con auténticos dramas. Como la historia de Gracia. Se vino de Sevilla a Madrid para cuidar a sus padres y se vuelve sola. Los dos han fallecido. “Venía a estar con ellos y me voy sin mis padres, es muy duro“, nos cuenta.
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Solo pasan por esta estación los que no tienen más remedio que hacerlo, compartiendo sus miedos y sus esperanzas. Julio también vuelve a casa, a la de sus padres. Llevan dos meses sin trabajo y no puedes seguir pagando el alquiler. “Me voy con impotencia. Con 30 años, es la segunda crisis que nos toca y corta nuestra carrera laboral”, lamenta.
Como Julio, decenas de españoles sin trabajo e ingresos vuelven a su lugar de origen. Elena y Teresa, estudiantes de derecho en Barcelona, también han tenido que rescindir el contrato de alquiler “y nos hemos visto obligadas por causa de fuerza mayor a volver”.
Los hay con menos suerte. También encontramos a una pareja que viajó a Barcelona desde Sudamérica para empezar una nueva vida y han terminado en la calle. Con un bebé de camino y sin dinero ni para poder costear el billete de vuelta: "Tuvimos que irnos, no teníamos ni para comer", explican. Ahora sobreviven gracias a una asociación de caridad.
Los vagones de Atocha aguardan en la estación para llevarles a otro lugar en busca de un futuro que ya no está en Madrid. Vidas truncadas, sueños rotos, gente que ni siquiera ha podido decir adiós en condiciones… Es la fiel estampa de un tren de largo recorrido que atraviesa su túnel más oscuro rumbo a lo desconocido.