Los trucos más efectivos para limpiar los cristales de las ventanas por fuera

  • Es importante no limpiar los cristales un día de mucho sol o viento

  • Las ventanas correderas es mejor desmontarlas para quitar la suciedad

  • Actualmente hay kits limpiacristales específicos para cada ventana

Quizás la zona de la casa más difícil de limpiar sea la cara de las ventanas que dan al exterior de la vivienda. Y es que la lluvia, el aire, la polución o el paso del tiempo ensucian los cristales, y aunque no los limpiemos con frecuencia sí conviene hacerlo de vez en cuando porque postergar el momento no hace sino acumular más impurezas. Además, la entrada de luz define la calidad de vida del hogar, y la suciedad en los cristales la empaña.

Es importante no limpiar los cristales un día que haga mucho sol o viento, porque el producto que le echamos se secará muy pronto y no dejará los cristales como esperamos. Siempre deberíamos empezar por arriba y terminar por abajo, ya que cuando limpiamos suelen caer algunas gotas. Sin embargo, esta es una tarea que entraña dificultad, por lo que conviene tener en cuenta una serie de trucos que recopila 'Faro de Vigo'.

Limpiar ventanas correderas y abatibles

Es el modelo más habitual en los pisos y casas más modernos y a la vez sus cristales son los más cómodos y seguros a la hora de limpiar. En el caso de las ventanas correderas, lo más eficaz es desmontarlas para quitar la suciedad de ambos lados. Es muy sencillo, basta con coger el cristal y empujar la ventana por cada lado con ambas manos, levantar el marco para que se pegue al carril superior y sacar el inferior atrayéndolo hacia el cuerpo.

A continuación se procede a la limpieza y cuando se finaliza basta con encajarlas siguiendo el mismo procedimiento: introducir la parte superior en su carril y encajar la parte inferior de la ventana en el correspondiente. En el caso de las ventanas abatibles u oscilo batientes es el proceso es menos aparatoso: pueden abrirse hacia dentro, la limpieza del cristal depende de que se abra 180º.

Limpiar las ventanas por fuera sin quitarlas

Quitar la suciedad de los cristales exteriores puede resultar peligroso en el caso de ventana altas, claraboyas o cristales fijos. En ese caso es necesario comprar un kit limpiacristales específico para ello. Actualmente la tecnología en este sector se ha desarrollado lo suficiente para facilitar la limpieza e incluso existen kits eléctricos y específicos para cada tipo de ventana.

Las diferentes marcas que los comercializan incorporan al conjunto diferentes accesorios para aplicar producto, frotar el cristal, eliminar el exceso de agua, un palo extensible para llegar a los lugares inaccesibles.

Limpiar una pértiga o los cristales fijos

En este caso lo mejor es elegir una herramienta limpiacristales equipada con un palo telescópico. Solo así se pueden limpiar de forma eficiente los cristales fijos por fuera. Este tipo de acristalamiento es habitual en chalets con ventanas altas. La vaporeta es otra buena opción.

Se recomienda elegir útiles construidos con un material ligero, como la fibra de vidrio, porque cuanto más pesado sea el material mayor va a ser el esfuerzo a realizar.

Los robots limpiacristales

La limpieza de determinados cristales, sobre todo en el caso de claraboyas, ventanas cenitales y cubiertas de hogares acristaladas puede resultar peligrosa. En ese caso llamar a un profesional dos o tres veces al año o utilizar un robot limpiacristales es la mejor alternativa. Ya han llegado al mercado y con un abanico de precios que los convierte en un instrumento accesible.

Los robots llevan incorporada una cuerda para que no se caigan, por tanto, son adecuados para la limpieza de cristales en altura. Detectan el marco de las ventanas y cualquier otro elemento para que el cristal quede perfecto y sin marcas.

Existen también otras alternativas de máquinas con vapor. No son totalmente independientes pero funcionan de manera eléctrica y facilitan mucho la limpieza de los cristales y otras superficies similares como espejos.

Limpia Cristales magnético

Con esta clase de artilugio se consigue una limpieza simultánea del cristal de la ventana tanto por fuera como por dentro. Consta de dos almohadillas, una para el interior y otra para el exterior que se unen mediante un fuerte imán.