La dificultad de controlar la venta de animales salvajes en China: consumirlos es "signo del poderío económico"

Todo indica que el origen del coronavirus es animal. Concretamente, procedería de los murciélagos. Es lo que cree Luis Alberto Calvo Sáez, presidente de la Organización Colegial Veterinaria, que entrevistado en Informativos Telecinco por la presentadora Ángeles Blanco, desmiente que el COVID-19 se crease en un laboratorio. Además, ha insistido en que la clave para evitar posibles pandemias como la del coronavirus es llegar a controlar las especies que se comercializan en los mercados como el de Wuhan, algo complicado en la sociedad china, para quienes el consumo de animales salvajes está muy relacionado con el poderío económico y la medicina tradicional.

¿Hay pruebas contundentes o significativas que permitan asegurar que el origen de este virus, de la COVID-19, es animal?

Bueno, todo indica que sí que tiene una procedencia básicamente de los murciélagos. Lo que no sabemos es si ha existido la cooperación necesaria o no de algún hospedador intermediario hasta que ha llegado el virus a las personas y ahí, pues, ha comenzado a replicarse. El virus ha conseguido gracias a que nosotros tenemos unos receptores que le hemos aceptado y, el virus ha conseguido librar el sistema de defensa que tenemos y ha conseguido replicarse y, además, replicarse muy bien y ha hallado una forma de contagio que es la vía aerógena que es muy importante y se extiende tantísimo y eso es lo que ha hecho que se produzca una pandemia.

En los últimos días han aflorado informaciones que apuntan que el verdadero origen estaría en un laboratorio de Wuhan, el epicentro, donde surgió esta pandemia. Teniendo en cuenta las características de esta enfermedad, ¿le dan alguna credibilidad?

Bueno, eso siempre sucede, siempre que pasa algo de esto. Ya sucedió también con la gripe que denominaron, mal denominada, española, si pudiera haber tenido su origen en algún laboratorio. También hablan de que este virus pudiera haber tenido su origen en un laboratorio, sobre todo, americano, más que en Wuhan.

Lo que ocurre es que en Wuhan hay laboratorios importantes y bien preparados para el estudio del coronavirus, pero es bastante improbable y prácticamente se podría descartar esa teoría. Lo más normal y lo más lógico es que procediera del origen de los murciélagos.

Muchos de los virus que han surgido en los últimos años proceden se Asia, recordemos el SARS, MERS... y tendrían que ver con la manipulación de los animales e, incluso, el consumo de algunas especies que no son habituales fuera de ese territorio. ¿Considera que debería haber un mayor control sobre estas costumbres?

Sí, eso es lo más importante y ese es el punto clave. Normalmente en China, concretamente en Wuhan, pero cuando sucedió otros coronavirus anteriores como el SARS de 2020 también ocurrió en otro mercado de Cantón. En este caso son mercados que los llaman mercados húmedos en los que hay animales vivos y hay también carne de animales muertos. Hay animales procedentes del agua: hay peces, hay marisco y hay mamíferos. Son además animales salvajes hay desde serpientes hasta tortugas, civetas, etc. Y, entonces eso hace que sea muy difícil el control de esos animales y de su estado sanitario. No provienen de granjas, no tienen un control sanitario y sí que es verdad que ahora el Gobierno chino parece ser que ha prohibido, al menos de forma temporal, que se transporten y que se comercialicen con este tipo de animales.

Lo que ocurre es que si estos mercados existen y sobre todo en China que es donde son más característicos es porque hay una demanda importante por parte de la población. Para ellos es una situación muy especial. Para ellos el comer animales salvajes es un signo de poderío, de poderío económico y luego también de practicar un tipo de medicina tradicional china. Entonces eso hace que se pueda favorecer el desarrollo de estas enfermedades porque además los animales que no se venden regresan a casa, con lo cual hay un trasiego que luego favorece que pueda haber ese salto de especie en los virus.