Septiembre negro en la lucha contra la droga: el aumento de violencia del narco dispara las alarmas

  • Los agentes que luchan contra el tráfico de drogas en el Estrecho reclaman más medios y un aumento de las penas

  • Un detenido por disparar a tres guardias civiles ha quedado en libertad con cargos

"Estamos en guerra. El problema es que ellos tienen tanques, y nosotros pistolas agua". Así se expresa un agente de las fuerzas de seguridad cuando se le pregunta por la violencia desatada por los narcos en estos cinco primeros días de septiembre. Desde el miércoles pasado, cuando tres agentes de la Guardia Civil resultaban heridos por disparos de narcotraficantes mientras investigaban una plantación de marihuana, el balance no puede ser más alarmante: nueve agentes -siete guardias civiles y dos policías nacionales- heridos en cinco operaciones antidroga. La pregunta es qué está pasando.

"Creo que otra vez se están viendo fuertes", cuenta a NIUS alguien cuyo trabajo diario es luchar contra el narcotráfico. "Han tenido problemas durante la pandemia, y también por la situación en Marruecos, pero ahora se han visto motivados por la salida de prisión del Castaña, que está fuera, y quieras o no quieras se han echado un poco más para adelante, y poco a poco van subiendo de nivel", explica esta persona.

"Estamos en guerra. El problema es que ellos tienen tanques, y nosotros pistolas agua"

Ésta es la cronología de los ataques a las fuerzas de seguridad que luchan contra el narcotráfico en el Estrecho:

  • Miércoles 2 de septiembre: tres guardias civiles heridos por disparos en Bornos, Cádiz.
  • El viernes 4, en Estepona, otros narcos, en su intento de darse a la fuga, embisten a dos vehículos de la Guardia Civil y dos agentes resultan malheridos.
  • Ese mismo día se registra un incidente similar en La Línea.
  • Sábado 5: dos agentes de la Policía Nacional sufren el impacto de un todoterreno que huye cargado de droga. Uno de los agentes está en la UCI, el otro herido de levedad en su domicilio.
  • Domingo 6: otros dos agentes de la Guardia Civil heridos en Estepona al intentar detener otro alijo.

"Sí me he visto en alguna de esas", reconoce un agente. "No me han llegado a embestir, pero si que he visto que el tío venía a arremeter contra nosotros, y tener que tirarnos en la cuneta, o donde fuera. Ahí la verdad es que piensas poco, no te da tiempo más que a actuar".

Una guerra en desigualdad

El problema es que los traficantes disponen de coches que alcanzan las dos toneladas, cargados con otra media de droga, y se lanzan a toda velocidad contra vehículos que muchas veces no llegan a los mil kilos.

"Hubiese sido muy conveniente disponer de unos vehículos todoterreno con medidas defensivas que nos dan una seguridad a la hora de intervenir. Ahora esa es la mayor prioridad, que no la única ni mucho menos", declaraba ayer el jefe provincial de la Policía Nacional en Cádiz, Antonio Ramírez. "Tenemos algunos vehículos así en la zona, pero entendemos que habrá que disponer de ellos con carácter general. Los utilizamos ahora cuando prevemos que vamos a tener una situación peligrosa, pero hay que hacerlo en todo momento”.

Aumento de las penas por narcotráfico

Más medios y más agentes es lo que piden también las asociaciones profesionales del sector. También algo menos obvio, pero que consideran muy importante: un aumento de las penas.

Al Castañita le han puesto una fianza de 11.000 euros. Eso se lo gasta el Castañita en cubatas un sábado".

"Aquí no se puede tolerar que tiroteen a dos guardias civiles, detengan a uno y al día siguiente esté en la calle con cargos. Yo tengo una foto que me dicen que es de él al día siguiente, que me ha pasado un compañero, celebrándolo con los amigos. Eso no se puede tolerar", dice Luis Bueno de AUGC Cádiz. "Tampoco se puede tolerar que dos de los mayores narcotraficantes que siempre ha tenido el Campo de Gibraltar, estén en la calle. Al Castañita le han puesto una fianza de 11.000 euros. Eso se lo gasta el Castañita en cubatas un sábado", se queja Bueno.

"Se están envalentonando en vista de que el resultado judicial es prácticamente nulo", coincide un agente que trabaja en primera línea de esta lucha contra el narco. "Por más que la Policía Nacional y la Guardia Civil sigan actuando, si se detienen, están cuatro meses en prisión, y luego no llegan las condenas firmes, al final vuelven a salir y el problema es doble, los que han aprendido en ausencia de ellos, y ellos mismos", dice.

En la línea entre la vida y la muerte

"Es una linea muy delgada la que hay entre la vida y la muerte", advierte Francisco Mena, Presidente de la Coordinadora contra la Droga. "Ya se cruzó hace unos años y vuelven a las mismas andadas que hace un par de años. Hay que poner todas las medidas necesarias para proteger la vida de los agentes.

"Es una linea muy delgada la que hay entre la vida y la muerte"

Unos agentes que no cobran más por el elevado riesgo que asumen. Su sueldo es el mismo que el de cualquier otro agente, en cualquier otra parte de España. Y lo consideran injusto: No es lo mismo, dicen, estar vigilando una carretera comarcal por la que no pasa un coche en todo el día, que pelear contra el narco.

"Deberían declarar esto zona de riesgo", pide un guardia civil destinado en la provincia de Cádiz. "No se puede cobrar lo mismo en zonas de peligro, como estamos ahora mismo, que en otras zonas. Yo creo que nosotros estamos ahora peor que la gente que está en País Vasco".

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