El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado el visto bueno a que los dos reactores de la central nuclear de Ascó (Tarragona) operen durante diez años más, hasta 2021.

En un comunicado, el CSN ha informado que la decisión ha sido tomada por unanimidad y que el informe favorable a la solicitud de renovación de la licencia que había cursado la central ha sido trasladado al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, quien debe tomar la decisión final.

La decisión se toma tras constatar que existe el "nivel adecuado de seguridad" en las instalaciones y la voluntad de introducir las mejoras pertinentes para dar respuesta a mayores requisitos de exigencia, tras el análisis de 39 informes técnicos especializados.

Desde 2001, el CSN ha realizado 324 inspecciones a Ascó, y de las mismas concluye que la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (Anav) --propiedad de Endesa e Iberdrola como segundo socio minoritario-- ha cumplido con los requisitos de la autorización vigente, si bien especifica que no están incluidos los requisitos que puedan derivarse de las pruebas de resistencia encargadas tras el accidente de la japonesa Fukushima.

Ascó concentró durante 2010 alrededor del 40% de los sucesos notificados por las nucleares españolas al CSN, lo que implica que las dos unidades de producción eléctrica de Ascó acumularon 10 de las 25 notas informativas y 17 de las 39 reseñas que se produjeron en ese tiempo.

Otros sucesos notificados durante 2011, como la fuga de agua radiactiva en el interior de la central que mojó el calzado de trabajadores y la maniobra incorrecta de una compuerta por encima de la piscina de combustible gastado, entre otras, ha provocado que ecologistas y partidos como ICV-EUiA hayan solicitado que el Gobierno no autorice la renovación.

Paralelamente, el Juzgado de Instrucción de Gandesa (Tarragona) investiga la fuga de partículas radiactivas de 2007, un suceso por el que se mantiene imputado el ex director de la central y que provocó la imposición de la mayor multa de la historia nuclear española.

El dictamen emitido por el CSN establece nueve límites y condiciones aplicables a cada una de las unidades, que en su conjunto hacen referencia a la titularidad, a las facultades del titular y al marco técnico de operación de la central; a las obligaciones de información al CSN; a los requisitos para una futura renovación de la autorización o en el caso de decisión de cese de explotación voluntario por parte del titular; y a los programas de mejora y modificaciones a realizar durante la vigencia de la autorización y sus plazos de implantación.

Según el regulador atómico, la condición más importante es, que, en lo que se refiere al Plan de Refuerzo Organizativo, Cultural y Técnico (PROCURA), el titular deberá completar su implantación antes del 31 de diciembre de 2012 y remitir al CSN antes del 30 de junio de 2013 un informe final en el que se valore la eficacia de las acciones llevadas a cabo. Asimismo, los límites y condiciones establecidos se acompañan de 17 instrucciones técnicas complementarias (ITC).