El volcán arroja cenizas que llegan a los 5.000 metros de altura y 560 toneladas de dióxido de azufre

  • En las próximas horas las cenizas podrían llegar a La Gomera y Tenerife

  • Las emisiones no están afectando a la calidad del aire

  • La lava avanza a 300 metros por hora

La nueva fase del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma avanza a mayor ritmo destruyendo todo aquello que toca. En su avance hacia el mar, el magma incandescente ha superado la barriada de Todoque y ahora se bifurca con desigual ritmo por las laderas sur y norte de la montana de esta zona.

La colada avanza a unos trescientos metros por hora en su zona más fluida y bastan cinco minutos para que devore casa y plantaciones que desaparecen dejando a familias enteras sin hogar y sin medios con los que ganarse la vida.

También destruye infraestruturas como carreteras, canales y sistemas de riego, colegios y guarderías. Quema coches e inmensos invernaderos de plásticos y fertilizantes que lanzan contaminantes a la atmosfera.

Y todo ello porque la lava surge ahora de un cráter más pequeño pero con el mismo efecto devastador. El volcán emite a diario más de 560 toneladas de dióxido de azufre aunque no afecta, por el momento, a la calidad del aire.

Las cenizas que expulsa superan los cinco mil metros de altura y en las próximas horas podrían llegar a las islas de La Gomera y Tenerife arrastradas por el viento. Mientras, en La Palma, el Cumbre Vieja seguirá dejando un camino incandescente.