La hija de Virginia sufrió bullying durante tres años en un colegio de Bilbao: "En el centro no hicieron nada y tuvimos que irnos"
El caso de Sandra Peña reabre la herida a esta madre: "Podía haber sido mi hija"
El efecto mariposa del caso de Sandra Peña: un 'me too' del acoso escolar por el que se multiplican las denuncias
BilbaoAlba solo tenía 9 años cuando, según relata su madre, algunas de sus compañeras de clase comenzaron a acosarla en el colegio concertado donde cursaba sus estudios en Bilbao. A su madre Virginia Fernández, lo ocurrido en Sevilla con el suicidio de Sandra Peña, la adolescente de 14 años que se quitó la vida el pasado 14 de octubre tras año y medio de acoso escolar en su colegio, le reabrió una herida que empezaba ya a cicatrizar: “Lloré muchísimo cuando lo supe, porque podría haber sido mi hija y me recordó nuestra propia historia”, lamenta.
El caso de Sandra le ha traído a la memoria el sufrimiento de su hija, porque había algunas cosas comunes como que “en nuestro caso también empezaron siendo tres niñas las que la acosaban, aunque se terminó sumando toda la clase”, relata.
El calvario de Alba duró tres largos años, en los que “pasamos muchísimo”, es que “no sabéis lo que es”. Su madre supo prácticamente desde el principio lo que le ocurría a su hija, “tuve la suerte de que me lo contó” y ella alertó al centro. Admite que se abrió el protocolo antiacoso, pero “el centro debía entonces recoger evidencias y nunca lo hizo”, "que no veían nada" y “llegaron a decirme que mi hija mentía”, denuncia.
Cambio de colegio
La situación llegó a un punto que la familia de Alba optó por cambiarla de centro, “desde entonces está mucho mejor”, apostilla esta madre, que respira tranquila viendo como su hija de 12 años ha logrado superar ese infierno del bullying y sigue adelante. Pese a todo, confiesa que siente “rabia” cuando rememora todo lo que ha pasado, que el colegio, el espacio en el que debía estar segura, no hiciera nada por ayudarla, hasta el punto, de que “hayamos tenido que ser nosotros los que cambiemos de colegio, cuando mi hija es la víctima”.
Miles de estudiantes de toda España se echaron este martes 28 a la calle para protestar contra el bullying y mostrar su indignación por la muerte de Sandra Peña, la última víctima mortal del acoso escolar. La menor, de 14 años, se suicidó tras sufrir el acoso continuado de sus compañeros del colegio concertado Irlandesas de Loreto de Sevilla. La huelga convocada por el Sindicato de Estudiantes reclama que los centros escolares asuman su responsabilidad en los casos de acoso. Euskadi no fue una excepción y se convocaron manifestaciones en las tres capitales vascas.
Tras la muerte de Sandra Peña se ha producido una especie de efecto mariposa por el que muchos jóvenes han denunciado estar sufriendo situaciones de acoso en las aulas.