La técnica indolora que ha 'eliminado' las terribles migrañas de Loreto: "No me imaginaba una vida así. Me ha salvado la vida"
La vida de Loreto ha dado un giro tras años condicionada por migrañas incapacitantes gracias a la estimulación eléctrica transcraneal
La avanzada cirugía que da con la tecla del párkinson: "Llevaba años sin tener una vida casi normal"
"Tenía unas migrañas terribles que me llegaban a dejar ingresada en el hospital". Así describe Loreto Brotons los años en los que su vida quedó marcada por un patrón mensual: con cada menstruación llegaba un ataque de migrañas de que la dejaba fuera de juego durante días.
"Esa semana al mes el mundo se acababa. Ni trabajar, ni cocinar, ni tener vida social, nada. Mi vida se basaba en estar en la cama", recuerda. A veces, la única opción era terminar ingresadaen el hospital para recibir medicación intravenosa.
Todo cambió hace dos años cuando comenzó a recibir un tratamiento basado en estimulación cerebral transcraneal: "Mi vida ha cambiado totalmente", asegura durante una entrevista con la web de Informativos Telecinco.
Conoció lo que eran las migrañas a los 14 años, "que iba sobrellevando más o menos bien", pero cuenta que, a partir de los 31 cuando le diagnosticaron un cáncer de mama, las migrañas se volvieron "totalmente incapacitantes". Pérdida de visión en el ojo derecho, vómitos continuos, imposibilidad de comer o sostener una conversación: "No podía vivir así".
Con los años desarrolló además una intolerancia al fármaco utilizado para cortar la crisis. "Se me cerraban las vías respiratorias. Hubo que suspenderlo. Me quedé sin medicación", explica. "Estaba desesperada".
Las técnicas de estimulación transcraneal, una esperanza
En ese momento apareció en su camino Francisco Mira Berenguer, neurólogo y Premio Nacional de Medicina en 2022 por su trabajo en técnicas de estimulación cerebral no invasiva, que aplica en el Hospital Vithas Medimar Internacional de Alicante.
Mira explica que la estimulación cerebral no invasiva engloba diferentes métodos que comparten una idea común: utilizar energías suaves (magnéticas, eléctricas, lumínicas o ultrasonidos) para modificar el funcionamiento de una zona concreta del cerebro sin necesidad de cirugía ni dolor.
"Si un área está funcionando en exceso, la frenamos un poco. Si funciona poco, la estimulamos. Al cambiar ese patrón cerebral, los síntomas se reducen e incluso pueden desaparecer", resume.
Existen diferentes modalidades de estimulación cerebral no invasiva y cada una se aplica en función del perfil clínico del paciente. Mira describe, por ejemplo, la estimulación magnética, que utiliza un dispositivo externo (coil) que se acerca la zona concreta que interesa tratar.
También está la estimulación eléctrica transcraneal (TDCS), que a través de "una especie de gorro como el de natación con unas coordenadas y unos pequeños electrodos transmiten una corriente muy suave". A estas se suman los sistemas basados en luz y los que utilizan ultrasonidos, todas igual de indoloras.
"En mi caso me propuso la estimulación eléctrica", cuenta Loreto. Hace dos años que se sometió a la primera de estas sesiones y desde la segunda, afirma, todo empezó a cambiar: "Ahora soy una persona completamente funcional. Las migrañas ha desaparecido. A veces tengo cefaleas tensionales, pero nada que ver".
"Me ha salvado la vida": el impacto emocional de vivir sin dolor
"Vivir con dolor es muy difícil. Y cuando sabes que, al estar ligado a la menstruación, va a volver cada mes, la ansiedad se dispara y he tenido que recibir tratamiento por la ansiedad que me generaban", cuenta. "El dolor de migraña es invisible y a veces incomprendido. Lo que no se ve cuesta entenderlo desde fuera. Pero te pueden llegar a incapacitar".
Hoy solo necesita una sesión de mantenimiento al mes. Dura apenas cuatro minutos, no duele y puede conversar mientras la recibe. "Vivir sin dolor y sin miedo a que vuelva… es felicidad. No me imaginaba una vida así".
Loreto resume en una frase lo que estas sesiones suponen para ella: "Para mí, este tratamiento me ha salvado la vida".
Enfermedades en las que se pueden aplicar
"La elección de una u otra técnica depende de la enfermedad, la intensidad de los síntomas, la rapidez con la que se necesite una respuesta y dónde interesa que se realice el tratamiento. Por ejemplo, la estimulación magnética, por ahora, solo puede aplicarse en un entorno hospitalario, mientras que la estimulación con TDCS sí permite que el paciente la realice en su domicilio", añade Mira.
La evidencia científica en torno a estas técnicas está creciendo de forma notable. En psiquiatría, explica Mira, la estimulación magnética cuenta con sólidos resultados en casos de depresión resistentes a los fármacos, trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad de difícil control, estrés postraumático, ciertas formas de esquizofrenia y adicciones (cocaína, alcohol, tabaco).
En neurología, las indicaciones más robustas se encuentran en dolor crónico, fibromialgia, rehabilitación tras un ictus, párkinson, esclerosis múltiple y demencia.
Sobre esta última, "se está avanzando mucho en el estudio de la aplicación de estos tratamientos y los resultados preliminares son prometedores. En las demencias estamos buscando una forma de estabilizar la enfermedad, que no avance. Los pacientes con deterioro cognitivo leve o con demencia ligera son los candidatos ideales".
El experto también señala que "se está observando no solo mejoras en la cognición del paciente, sino también cambios en el metabolismo cerebral: aumenta la actividad de determinadas áreas del cerebro, algo que puede comprobarse mediante pruebas de imagen como el PET-TAC".
"Los datos nos dicen que hasta un 70% de los pacientes con deterioro leve podría responder", explica. "De momento no tenemos el tratamiento universal de la demencia, pero los últimos ensayos clínicos muestran que estas técnicas pueden superar incluso a los nuevos tratamientos", destaca Mira
Migrañas: por qué esta técnica es una posible opción cuando los fármacos no funcionan
La migraña es una enfermedad frecuente pero, a menudo, infratratada. "Solo llega a la consulta de neurología un 25% de los pacientes que la padecen. Si tienes una migraña y no tienes alivio con ningún fármaco, busca una unidad de neuromodulación", recomienda el especialista.
Las sesiones son breves, indoloras y el paciente está consciente, hablando con el equipo, relajado. Loreto recuerda que, en las primeras, mientras recibía la estimulación, realizaba pruebas cognitivas: "Me ponían juegos de ajedrez o ejercicios de cálculo. Mi sorpresa fue que podía hacerlos sin problema". Hoy, en las visitas de mantenimiento simplemente charla con las enfermeras mientras los electrodos actúan.
¿Cuánto tiempo hacen efecto?, ¿son seguras?
En cuanto a la duración de los efectos, Mira explica que depende en gran medida del tipo de patología. "En problemas puntuales, como una depresión transitoria vinculada a un acontecimiento vital concreto, puede ser suficiente un único ciclo de tratamiento. En cambio, en condiciones crónicas —como la migraña o la fibromialgia— lo habitual es que el beneficio aparezca tras las primeras sesiones y se mantenga en el tiempo con sesiones mantenimiento".
En relación con la seguridad, Mira recalca que se trata de procedimientos "muy seguros". Según explica, la epilepsia, la presencia de dispositivos metálicos dentro del cráneo o el hecho de que el paciente se encuentre en fases muy avanzadas de ciertas patologías son prácticamente las únicas circunstancias en las que estas técnicas no serían apropiadas.
Un futuro en expansión
Algunas comunidades ya la están incorporando. La Comunidad Valenciana, explica Mira, las integrarán de forma generalizada en psiquiatría pública en 2026. También hay unidades en hospitales de Madrid, como el Hospital 12 de Octubre y Cataluña. "Se está introduciendo cada vez más en los hospitales públicos", indica.
Los retos, según Mira, están claros: definir mejor las dianas cerebrales, personalizar los tratamientos y disponer de tecnología más accesible. "Este tipo de tratamientos abre una nueva ventana a la medicina con una gran proyección", concluye.