MiMao, la fábrica de zapatos en España que sigue apostando por la artesanía desde hace 75 años

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Las fabricas de zapatos España presumen de tener piezas elaboradas artesanales. Informativos Telecinco
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Nuestro país siempre ha estado a la cabeza en trabajos artesanales, de piel, de calzado e incluso de moda. Es cierto que, con la llegada masiva de productos chinos muy baratos, muchas fábricas han ido cerrando y gran parte de esa tradición se ha perdido. Sin embargo, algunas marcas resisten y siguen apostando por el 100% hecho en España.

Más de 150 manos trabajan artesanalmente para elaborar cada par de zapatos que sale de la fábrica ilicitana MiMao. Uno de sus trabajadores lo resume con claridad: “Es un zapato 100% hecho en España.” Producen 200.000 pares al año con el sello Made in Spain del que tanto presumen. Y no dudan en afirmar: “Porque somos los mejores haciendo zapatos en el mundo.” Esa apuesta por la artesanía les ha permitido pisar fuerte en medio de la contracción que vive el sector del calzado en España. Como explica uno de sus responsables, “compensa fabricar el calzado artesano. Es difícil, porque tienes que enseñar al cliente final que tiene un valor añadido hoy en día donde el precio es tan importante.”

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El bajo coste que se importa de terceros países —gracias a una mano de obra mucho más barata— aquí se compensa de otra manera. Lo resume así un miembro del equipo: “La gente nos compra por el producto que vendemos de buena calidad, con una mayor calidad.” En la fábrica incluso valoran que los calcetines puedan utilizarse más de 50 veces, algo que, aseguran, otros competidores no valoran. Gracias a esta filosofía, han cumplido 75 años sin necesidad de deslocalizar su producción para abaratar costes.

El sector textil, además, apuesta cada vez más por la innovación y la digitalización. En MiMao lo tienen claro: “Digitalizamos todo el proceso y todas las máquinas que podemos.” Consideran que es la única manera de competir con las marcas que vienen de fuera. Aun así, no es fácil: los proveedores van desapareciendo y, como ocurre en tantas profesiones, el relevo generacional está cada vez más complicado.