Javier Tudela cuenta el problema que ha tenido en Tailandia con su visado: "Marina estaba acojonada"

Javier Tudela cuenta el problema al que ha tenido que enfrentarse en Tailandia. El hijo de Makoke ha tenido un problema con su visado durante su estancia en el país asiático, pues este ha caducado y, durante más de una semana, el exconcursante de 'GH VIP' y su familia han estado viviendo (aunque sin pretenderlo) 'de forma ilegal'.

Un incidente que han descubierto de pura casualidad y que ha tenido tanto para él como para su pareja, Marina Romero, su correspondiente sanción por parte de las autoridades. La pareja está recorriendo Tailandia junto a su hijo, país al que se mudaban hace un par de meses dispuestos a vivir una "nueva aventura".

Sin duda, lo que acaba de sucederles ha sido una aventura en toda regla, aunque no la que ellos soñaban. Después de abandonar Phuket – la última ciudad en la que han estado – y llegar a Krabi – su nuevo destino – Marina y Javier descubrieron el lío en el que, sin querer, se han metido.

"Cuando llegamos al hotel y entregamos los pasaportes nos dijeron que teníamos el visado caducado desde el siete de enero", dice mientras hace hincapié en todos los días que han transcurrido desde que su documentación expirase.

Tudela explica cómo desde la Embajada de España rápidamente les dieron una solución. Una vez con sus papeles en regla, Javier y Marina tuvieron que presentarse en una Oficina de Inmigración, donde la pareja ha sido amonestada por haber estado viviendo de manera irregular en el país asiático.

"Nos han puesto una multa por no haber avisado de que nos quedábamos antes de que se caducase el visado", dice mientras revela la cifra de bats que han tenido que pagar y hace la conversión a la moneda europea. "Hemos tenido que pagar unos 10.000 bats, 500 bats al día, que son aproximadamente unos 250 o 300 euros".

"Ya podemos estar perfectamente de manera legal hasta el 7 de febrero", comenta mientras explica el motivo por el que su visa de turista caducó. "Pensábamos que eran 2 meses y son 45 días. Después hay que pedir una prórroga. Ese ha sido nuestro fallo. Un fallo de principiante que viaja por estancias un poco más largas", dice con humor tras el gran susto que han vivido.

"Ya está todo solucionado. Ya somos totalmente legales. A mí me daba un poco más igual, pero Marina estaba acojonada", dice mientras menciona a su mujer, que temía que las consecuencias fuesen mucho más allá de una simple sanción económica.