Alonso Caparrós se estrena como apicultor: así ha sido su primer día como productor de miel

  • Alonso Caparrós estrena nuevo proyecto profesional a escasos días del final de 'Sálvame'

  • El presentador cuenta a Outdoor en exclusiva el reivindicativo motivo por el que ha decidido hacerse apicultor

  • Así ha sido el primer día del exconcursante de 'Gran Hermano VIP' como productor y recolector de miel

Alonso Caparrós estrena nuevo proyecto profesional. Ante el inminente fin de ‘Sálvame’, el colaborador se lanza hacia una nueva y emocionante aventura de la que él mismo nos ha hablado en exclusiva. Vestido con su traje para protegerse de las picaduras, el presentador nos cuela en sus enjambres para enseñarnos cómo ha sido su primer día como apicultor, productor y recolector de miel.  

El exconcursante de ‘Gran Hermano VIP’ está cumpliendo uno de sus grandes sueños con #Alonbee, su nuevo proyecto profesional. Un modelo de negocio con el que Alonso no solo disfruta, también cumple con una importante función medioambiental. “Tengo miedo, pero muchas ganas, muchas ganas de aprender”, nos dice mientras le acompañamos en su primer día en el campo.

Tal y como él mismo nos comenta, las abejas siempre le han gustado. Pero su fascinación por este insecto, fundamental para el equilibrio de los ecosistemas, va mucho más allá de su pasión por la abeja Maya, personaje de dibujos animados con el que “creció”.

Alonso Caparrós explica de dónde viene su pasión por las abejas

“Las abejas me han gustado desde niño, yo crecí con la Abeja Maya”, cuenta tras vivir su primer día como apicultor. “Desde pequeñito las abejas me han caído bien, pero no hace mucho, leyendo por casualidad una cosa, cayó en mis manos el capítulo de un libro que hablaba sobre abejas. Me quedé alucinado, estupefacto”, explica mientras habla de la importancia que tienen las abejas en los ecosistemas.

“Hay muchísimas cosas interesantes de ellas, además son importantísimas. Hay una cosa en concreto que te voy a contar y que me volvió loco. Hasta 1920 pensábamos que eran una especie de robots genéticos, que lo que hacían lo hacían porque estaba en sus genes cuenta mientras cita al etólogo austriaco Karl von Frisch, que “descubrió el lenguaje de la danza de las abejas”.

Alonso se emociona hablando de este gran descubrimiento que realizó von Frisch hace poco más de 100 años. El Premio Nobel de Fisiología y Medicina se dio cuenta de la particular y curiosa manera que las abejas tienen para notificar al resto del enjambre que han encontrado una flor, por muy lejos que esta esté del panal. “Cuando una exploradora va a buscar una flor, aunque esté a 1km, luego vuelve al enjambre y, con una danza en forma de ocho, orientándose hacia un lado y teniendo en cuenta la posición del sol triangula y es capaz de contarle a las otras dónde se encuentra exactamente esa flor”, explica “alucinado” hablando de este “baile” que “se puede expresar con una ecuación matemática”.  

El reivindicativo motivo por el que Alonso Caparrós ha decidido hacerse apicultor

“Ese baile se puede expresar con una ecuación matemática. Me llama mucho la atención que es un animal muy importante para la vida y para el ser humano. Ha sobrevivido a glaciaciones y a todo, menos a nosotros. Nos las estamos cargando. Lo de hacer miel y preocuparme por ellas y querer tener enjambres, obedece un poco a eso”, cuenta mientras habla del reivindicativo motivo que le ha llevado a hacerse apicultor.

La admiración que siente por Caparrós por las abejas es tal, que ha decidido contribuir y poner su granito de arena para salvarlas de la acción del hombre. Una preciosa manera de disfrutar con este fascinante insecto polinizador y, a la vez, ayudar al medioambiente. “Una cosa es que nos pasemos el día diciendo ‘uy, qué mal están las cosas’ y otra cosa es ponerse a hacer algo que ayude a solucionarlo. En mi caso va a ser tener abejas”, cuenta mientras saca su faceta más activista.