Nosotros la conocimos en la tele, cuando se lanzó a participar en el programa 'Quiero ser' en Divinity para sustuir a su hija que tenía un viaje inaplazable. Está claro que eso es mucho más que un mánager y una madre fuera de serie: una cosa es dar la cara por tus hijos y otra protagonizar un programa de tele por ellos. Pero los tiempos cambian y el ADN de la fama se transforma. Hablamos con Ana sobre el éxito, las redes sociales y el amor.
Tu hija es el fenómeno social del momento (casi dos millones en Instagram y 1,3 en Youtube), tu hijo Alex Domenech lo revienta también en Instagram con 350K seguidores y tú (casi dos millones en Instagramlo revienta también en Instagram con 350K seguidores@pascualanna
Mi caso particular es un poco atípico. A mí me han empezado a seguir por ser la 'madre de'. Tanto Aída como Alex me han citado muchas veces, pero creo también han influido mi carisma, mi simpatía, mi positividad… Pero no creo que esto tenga que ver con los estudios, más con el carisma y en mi caso también con la familia, porque Aída y Alex son mis hijos. Yo estudié empresariales y no creo que mis seguidores tengan nada que ver con eso.
¿Qué deben hacer los padres de los niños que quieren ser influencers?
A los padres les diría que apoyen a sus hijos aunque no les guste lo que estén haciendo. El amor es lo que mueve montañas. Si unos padres no te apoyan en algo difícilmente vas a estar satisfecho contigo mismo (por mucho que consigas tus metas). Así que los padres tienen que apoyar a sus hijos aunque no les guste lo que estén haciendo. ¿Consejos? No es fácil. La gente se cree que un influencer “no hace ni el huevo” y se equivocan 100% ¿Edad? No hay una edad. Pero es imprescindible tener la cabeza amueblada y saber que será difícil.
¿Se puede vivir de las redes sociales?
Sí. Si lo hacen bien, sin duda. Es con muchísimo trabajo. No se trata de irse de viaje, hacerse cuatro fotitos y ya está. Hay mucho trabajo detrás de todo esto. Nosotros hemos creado In Management, una agencia de representación dedicada en exclusiva a influencers donde llevamos todo el DulceSquad y a otros influencers que son amigos nuestros. Como te digo hay mucho, mucho trabajo detrás de lo que se muestra en redes sociales.
La historia de amor de Aída ha ido de la mano de su éxito. ¿Qué importancia tiene el amor en vuestra familia?
Para mí el amor es todo. El amor mueve montañas. El amor de un amigo, el amor de un marido, de una mujer, de una madre, de un hijo. El amor en sí hace que seas positivo y puedas mover montañas.
Una demostración de amor que te haya dejado sin palabras:
No puedo decirte ninguna demostración que haya dicho “buah”. Son pequeñas cosas que te hacen engordar 20 kilos de golpe. Pura felicidad. Como cuando Salvador, mi marido, me trae una rosa o mi bolsa de pipas, que sabe que me encantan. No hace falta que me traiga un Louise Vuitton, es otra cosa. O cuando a Aída le preguntan en una entrevista por un referente en su vida y dice “mi madre”. Eso hace que me sienta súper satisfecha. O cuando Alex viene y me da besos, él que es más introvertido. Eso es que ese día le apetece un montón y es para mí la felicidad.
Tú lo has dejado todo por ellos. Eso es amor de madre… Es amor loco en estado puro, ¿no?
Yo por mi parte, lo he dejado todo por ellos y eso es también un acto de amor en mi caso. Ahora mismo me dedico en cuerpo y alma a ellos. He dejado mi trabajo y todo porque sabía que me necesitaban. Y no creo que nadie pueda llevarles las cosas mejor que yo. Yo aquí puedo ser su repre o su madre.
¿Qué pasa cuando tu repre es tu madre? ¿Cómo viven eso Aída (Dulceida) y Alex?
En un rodaje, el repre se preocupa de sus representados, que estén bien, que se encuentren cómodos en todo momento, que no hagan nada que no quieran hacer. Y así lo hago yo con todos los chicos de In Management. Pero cuando yo voy con mis hijos a una producción, no me hace falta preocuparme porque sólo viendo sus ojos y su cara sé si están cansados, si tienen que parar, si debo llamar la atención a alguien… Y eso es mucho más que un representante, creo yo.
¿Cuesta separar trabajo y vida familiar?
No. Porque a veces decimos que se cierra el trabajo y hablamos sólo de nuestras cosas o nos enganchamos a una serie. No me cuesta separarlo aunque es inevitable hablar de trabajo, pero no me cuesta separarlo. No sé si es un defecto o una virtud pero es así.
Y tú. ¿Qué quieres ser de mayor?
Yo vivo en el ahora. Y soy lo que soy.
El Dulcesquad es buen rollo y amistad, pero dinos ¿hay envidias? ¿se enfadan?
Envidias no hay. Sí que es cierto que son un grupo de amigos y como todo grupo se enfadan, discuten, se pelean… Que quedan para ir al cine y uno no puede y luego queda para un helado con otro porque cuadra así y se enfadan… Es decir, tienen sus cosas como todos los grupos pero no tienen celos. Envidias y cosas raras, yo no he visto. Jamás compiten por los likes o los seguidores, eso yo nunca lo he visto. Al contrario, se felicitan entre ellos.