Abogado y volcado en la educación de sus siete hijos: así es Aritz, el desconocido marido de Verdeliss

  • Verdeliss y Aritz se conocieron trabajando en una pizzería

  • Juntos tienen siete hijos. Miren, la más pequeña, nació de forma prematura

Verdeliss y Aritz son el ejemplo perfecto de complicidad, unión, admiración mutua y amor, mucho amor. Como una cerradura sin llave: así sería la vida de la influencer sino tuviera a su lado, de manera incondicional, a su media naranja y al padre de sus siete hijos. Pero, ¿quién se esconde detrás de la sombra de la famosa mamá? Sigue leyendo y descubre todos los secretos del desconocido marido de la exconcursante de 'GH VIP'.

Aunque ella es la que lleva la voz cantante de esta familia que ha conquistado los corazones de cientos de miles, detrás de la de Pamplona hay una persona fundamental: su marido y otra mitad. Juntos han formado una de las familias más populares del panorama televisivo gracias a los vídeos en los que comparten con el mundo cómo es su día a día con Aimar, Irati, Laia, Julen, las mellizas Eider y Anne y la pequeña Miren, que nació de forma prematura.

Se llama Aritz Seminario y si eres asiduo al contenido de la 'youtuber' su cara te sonará más que familiar. Es natural de Pamplona, tiene 43 años y se dedica a la abogacía. Sin embargo, a él le gusta definirse como "padre y marido más que orgulloso". Y es que si hay algo que define al cónyuge de la que fuera concursante de 'Gran Hermano' es el infinito amor que siente por los suyos.

¡Una historia de película! Así se conocieron Aritz y Verdeliss

Pero vamos a empezar por el principio de esta historia. Para ello, nos remontamos al año 2004 cuando, entre los hornos de la pizzería en la que trabajaban, surgía el amor entre dos jóvenes cuyos caminos no iban a volver a separarse. Tres años más tarde, en 2007, los tortolitos sellaban su amor pasando por el altar y dándose el 'sí, quiero' en una boda de ensueño.

Aunque el primer embarazo llegó antes de lo deseado, juntos decidieron seguir adelante. Tanto es así, que cuando Aritz encontró trabajo de abogado en Madrid, Verdeliss (que por aquel entonces se formaba para ser auxiliar de enfermería) decidió dejarlo todo para seguir los pasos de su enamorado. Así fue como comenzó este romance que ahora siguen de cerca más de dos millones de suscriptores a través de 'Youtube'.

¡Todo un padrazo! Aritz se desvive por sus siete hijos

No hay más que hacer un pequeño recorrido por su perfil de Instagram para caer en la cuenta de que Aritz no tiene un talón de Aquiles, sino ocho (contando también con la influencer). El de Pamplona está completamente centrado en su familia y, como su chica, dedica cada minuto de su vida a la educación y al cuidado de sus hijos.

Verdeliss y Aritz tienen a sus espaldas una amplia comunidad de fans que han quedado completamente prendados del buen rollo que desprenden a través de sus respectivas redes sociales. Y ya no solo eso, el matrimonio se ha convertido en todo un ejemplo a seguir para muchos en lo que respecta a la educación de los más peques de la casa.

Tanto él como ella han optado por una enseñanza en la que permiten a sus peques descubrir las cosas por sí solos (sabores, texturas, sensaciones…). Encargados de la educación de siete hijos (desde Aimar, que ya tiene quince años, hasta Miren, que acaba de celebrar su segundo cumpleaños), el matrimonio ha conquistado a millones por el modelo de educación que han ido adaptando según sus propias prácticas.

Su lado más divertido: en casa es un niño más

Pero si hay una cualidad de Aritz que traspasa la pantalla es su capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. "Lo bueno de ser padre es que cada día recuerdas y conectas con tus recuerdos de niñez y, de vez en cuando, apetece hacer un poco el payasete", señalaba el marido de Estefi que, en casa, ¡es como un niño más! Y es que no es raro verle tirado en el césped de su ansiada 'Casa Verdeliss' disfrutando de una jornada de juegos junto a sus peques.

Juntos forman el tándem perfecto: las tareas de la casa, repartidas por igual

Si bien es cierto que esto no debería ser algo a destacar, tristemente en la sociedad que vivimos las tareas de la casa siguen siendo (en su mayoría) "cosa de mujeres". Pero no en el hogar de la exconcursante de 'GH'. En 'casa Verdeliss' las tareas están repartidas en un porcentaje equitativo. Mientras ella es más cocinitas y suele encargarse de la alimentación de los peques, Aritz es todo un aficionado a hacer la colada. Y, ¡punto extra! También es un "cerebrito" en eso de llevar al día la agenda de revisiones con el pediatra.

"No, no me ayuda ni con los niños ni con la casa. Asume en corresponsabilidad un proyecto de vida que decidimos emprender juntos", aclaraba hace unos días la influencer tras leer varios comentarios en los que sus seguidores se sorprendían al ver a Aritz fregando los platos y formando parte activa de la educación de sus hijos. Y es que es precisamente esa faceta de padre lo que más le satisface. "Muchas veces me preguntan si no me estreso con siete hijos pero para mí no hay mayor des desestresante que su dosis de cariño y amor", ha confesado el de Pamplona.

Crisis, ¿qué crisis? El lado más romántico del marido de la influencer

Y si a todo esto le sumamos una pizca de romanticismo, Aritz podría llevarse la medalla de oro al "marido perfecto". Aunque se conocieron hace ya diecisiete largos años, a juzgar por las románticas publicaciones que el abogado le dedica a su mujer públicamente, podríamos decir que la llama del amor sigue igual de viva que al principio.

"Preciosa como nadie, trabajadora como pocos y dedicada a sus hijos. Nadie nunca le ha regalado nada y ella lo ha conseguido todo", escribía Aritz en su perfil de Instagram, demostrando lo perdidamente enamorado que está de Verdeliss, que tampoco se queda corta en eso de gritar su amor a los cuatro vientos. "Gracias por ser el mejor amante, compañero y confidente", publicaba la exconcursante de 'GH VIP', confesándose a su marido ante sus millones de seguidores. Y luego dicen que tenemos que culpar a las películas románticas por nuestras altas expectativas en el amor...