Las ocho cosas que siempre pasan en cada edición de 'Gran Hermano'

Ramón Azcárate 29/08/2017 10:46

1. La primera expulsada es una mujer

Y nadie sabe por qué. Es probable que tenga que ver el hecho de que es un programa más seguido históricamente por mujeres que por hombres. Según datos que facilitó la SER en 2015, en algunas galas de 'Gran Hermano 15' el número de mujeres llegó a doblar al de hombres entre los espectadores. Y probablemente las mujeres (en un acto injusto y machista, sí) son más propensas a juzgar más duramente a otras mujeres al comienzo del programa. Ojo, también saben reconocer a una ganadora: ocho mujeres han ganado hasta ahora el formato, casi la mitad de las 17 ediciones que se han emitido.

2. El ganador es el que goza de una carrera televisiva más corta de todos

Sí, se lleva la gloria de la final y el pellizco del premio, pero poco más. Habitualmente las joyas de cada edición son los más guerrilleros y contestatarios. Son esos a los que los espectadores quieren ver sentados en los platós, pero no llevándose un premio en un programa que se presupone de convivencia. ¿Recordáis a Sabrina, a Pedro, a Javito, a Ángel, a Juanjo, a Naiala...? Nosotros tampoco.

3. Los concursantes con erecciones matutinas acaban echándose novia dentro de la casa

Igor. Alonso. Pol. Rodrigo. Kristian. Los concursantes que nunca se han esforzado en disimular que se levantan felices y contentos (a alguno, de hecho, solo le faltó acercarse a la cámara para mostrar un primer plano) siempre han conseguido acostarse acompañados por la noche. Sacar conclusiones sobre esto ya lo dejamos para sexólogos, sociólogos y especialistas del amor en general.

4. La damisela enamorada, no correspondida y despechada siempre llega lejos...

La costumbre la instauró Sabrina en la segunda edición (perdidamente enamorada de Ángel) y ha llegado hasta nuestros días con la victoria de Paula (despachada después de que Omar volviese con su novia) o Sofía (que no consiguió encarrilar a Suso). Muchas no ganaron, pero se quedaron a las puertas: recordemos a Saray (y su indescriptible "romance" con Gerardo) o a Raquel (enamorada hasta las trancas, Dios sabrá por qué, de Pepe Herrero).

5. ...Pero un chico enamorado nunca ha llegado a ningún sitio

¿Y por qué? ¿Es porque los espectadores creen que el sentimiento de ellas hacia ellos es real y lo de ellos es puro teatro para salvar el papelón de las erecciones matutinas a las que nos referíamos en el punto tres? Es curioso que hasta ¡seis! ganadoras de 'Gran Hermano' han vivido romances dentro de la casa (algunas de ellas los continúan fuera a día de hoy) pero ningún ganador lo ha hecho. Volvemos a requerir a los sociólogos, sexólogos y especialistas del amor para que nos expliquen esto también.

6. Los que vienen de fuera siempre f***an más

Recordemos, por favor: el argentino Matías, el italiano Nicola, el también italiano Alessandro, la también argentina Natacha, el también italiano Piero, la brasileña Naiala... todos ellos llevaron a la casa unos calentones que, por lo general, los españoles no sienten hasta ese punto (con tu permiso, Arturo 'GH 11').

Pero como odiamos tejer estereotipos de nacionalidades o de razas, permítasenos añadir a esta lista a Tatiana (que venía de la fría Rusia pero tenía muchísimo calor con Arturo) y al chino Han (que consiguió lo que no ha conseguido ni siquiera el concursante de los países más cálidos y pasionales: enamorar a un vasco).

7. Siempre gana gente cuyo nombre sabemos pronunciar

Tanto es así que Pepe ganó dos veces: una su edición de 'Gran Hermano' y otra la del reencuentro. Es fácil escribir "Pepe" en un SMS. Pero probad a escribir Luhay, Dayron, Mahme, Lizfanny, Jie Li, Cathaysa, Giuls o Niedziela.

8. No nos gustan los funcionarios

Y en toda la historia del programa solo ganó uno: Pedro. Si odiamos enfrentarnos a ellos través de una ventanilla durante unos minutos, ¿cómo vamos a querer tenerlos tres meses metidos en nuestro televisor?