Christian Gálvez se defiende con originalidad de todos los que le acusan de intrusismo

Mucho se ha hablado estos días de la polémica que ha puesto en duda que Christian Gálvez no tenga la formación necesaria para asumir el papel de comisario en la exposición 'Leonardo da Vinci'. El comunicado con el que se prendió la mecha del conflicto partió del Comité Español de Historia del Arte (CEHA) y a partir de él se formaron dos bandos bien diferenciados entre los defensores y los que criticaron abiertamente la cualificación del presentador en sus bases históricas.

Lo cierto es que Gálvez ha recibido múltiples muestras de apoyo en las redes como el último mensaje de su amigo Risto Mejide, y tras permanecer en un prudencial silencio ante las opiniones más negativas, el presentador ha optado por dar un mensaje original en el que se defiende de las críticas con un discurso del propio Leonardo da Vinci que adopta como suyo para el caso.

"Yo sé bien que, como no soy letrado, algún presuntuoso se creerá con derecho a censurarme, diciendo que soy un hombre sin letras", empezaba así el discurso que ha colgado en su cuenta de Instagram. Christian con mucha ironía atacaba el punto que más le ha dolido, que es el hecho de poner en cuestión su conocimiento solo por el mero hecho de ser un personaje televisivo.

La contundente respuesta a sus detractores seguía incidiendo en el foco de la polémica: "Dicen que, por no haberme familiarizado con las letras, no sé reproducir bien los asuntos que quiero tratar. ¡Raza de torpes! No saben que podría responderles, que aquellos que se vanaglorian de los trabajos ajenos los que no quieren permitirme gozar de los míos”.

Y el mensaje concluía con un curioso cierre en el que aludía al maestro del Renacimiento y con el que Christian quería dejar claro que toda su experiencia en esta materia y todo lo que ha leído y estudiado a Leonardo da Vinci le ha llevado a saber qué piensa y hasta a utilizar para un discurso sus propias palabras para dar un zasca a sus detractores:

Christian Gálvez se permitía una licencia más bajo la firma de Leonardo da Vinci, "ahora bien, la experiencia ha sido la maestra de los que han escrito bien. Y es así que yo la invocaré sin cesar como mi maestra" y así ponía un punto final a la polémica.