La foto en concreto es bastante impactante: se ve cómo la modelo se tapa el 'chumi', como ella lo llama, sacando la mano por debajo de las piernas. Una postura digna de un contorsionista que muchos no se terminaban por creer. Para demostrar que la imagen es real, ha animado a sus seguidores a que lo intenten y vean que, aunque no es fácil, es posible posar así.
Todo comenzó con una foto y un stories en su Instagram: "Os cuento: en esta foto dudan que me llegue la mano hasta mi chumi, o dicen que es Photoshop que me he descolocado el brazo, una vez os conté que tenía las piernas muy largas de la cadera al pie me miden 1’10, pero no os conté que los brazos también los tengo muy largos y de verdad que me llega perfectamente sin forzar, vamos, que te doy una ostia de lejos jajajaja".
Después de toda esta explicación a por qué ella es capaz de taparse de una manera tan complicada, ha animado a todos sus seguidores a que intenten hacerlo también: "Si imitáis la foto con ropa o sin, como queráis, os subo a mi historia".
Dicho y hecho. De repente, le han llegado un aluvión de mensajes al móvil de gente intentando, a veces con éxito y otras no tanto, imitar la complicada postura de la extronista. Al principio ha sido capaz de poner a todas en sus stories, pero ha llegado un punto en el que, tal y como ha dicho después, "se me ha ido de las manos la fotito, y no me dan los dedos ni la batería del móvil ni el móvil para subir las fotos. Así que como esto ya se ha hecho viral, vamos a utilizar dos hashtag para las fotos".
En concreto, ha dicho dos: #bolleando y #mibolloesmíoymelocojocuandoquiero. Y ha prometido que si le etiquetan y hay alguna “súper graciosa”, lo sube a sus stories.
Y claro, aquello ha sido un no parar de #bolleando por aquí y por allá.
Después de tanto bombo Patricia no ha podido menos que agradecer a todo el mundo la implicación con su causa: "Estoy muy contenta con todas las fotos que me habéis mandado y con todos los que han intentado hacer la foto, porque ya sabéis que por esa foto una niña me ha llamado guarra, y creo que es una forma de rebeldía y de que todas las mujeres y los hombres nos unamos a la causa: que por esas fotos no somos guarras”.