Gran Hermano, en directo: Rocío está de nones

Desirée confiesa en 'Gran Hermano 20' si realmente le ha gustado Cristian o no desde que comenzó su aventura en el reality: "Un poquito sí me ha gustado"
Joon aclara el verdadero motivo por el que se distanció de Cristian, ante la sorpresa del finalista: "Doy solo tres oportunidades"
La lucha por la victoria en 'Gran Hermano 20' se aprieta: la lacrimógena despedida de la quinta clasificada
Noche de lágrimas. Los finalistas se encontraron con el apoyo del público y con los vídeos de sus familiares. Y eso rompe a cualquiera. También hubo pullas dentro y fuera. De los colaboradores, de los jefes de campaña y entre los propios finalistas. Menos mal que también hay mucha alegría, sobre todo para cuatro de ellos. Anoche tuvo lugar la semifinal de esta 20 edición de Gran Hermano. Los porcentajes ciegos del 41,9%, 20,5%, 18,4%, 13,1% y 6,1% dejaban fuera a uno de los cinco finalistas. Ion Aramendi nombró a tres de los que se quedaban: Raúl, Aquilino y Cristian, dejando a las amigas Rocío y Desirée en duelo. Duelo por la victoria o duelo por separarse. El resultado ha sido que Desirée se convirtió en la quinta finalista y Rocío continúa en la recta final. El jueves se resolverá todo, pero hasta entonces, quedan cuatro días completos y todo puede pasar. Conectamos con la casa.
El masaje
Aquilino le está dando un masaje a Rocío en la cabeza que le está quitando por fin el cruce con el que se ha levantado. "Vamos, Quili, que si no tienes novia es porque no quieres", le dice Rocío. "Pues la verdad que sí", responde él. Le cuenta que fuera ha tenido dos pretendientes majísimas y bien guapas, pero él no estaba en ese momento. Y así no se puede.

"Te has maquillado un poco raro. Como de bruja", llega Raúl y se sienta en el sofá mirando extrañado a Rocío. Ella explica que igual la sombra es oscura, pero se ha maquillado para el vestido. "No es un maquillaje de día", explica Aquilino. "Pues será eso", Raúl da el motivo por válido.
La opción de Cristian
Cristian vuelve con los zapatos que ya tenía. Se siente más cómodo. "Habría que limpiarlos un poco, que están del Oasis", explica.

Haciendo la pose se le ocurre que podría llevar una camisa negra y traje negro para no ir tan parecidos Raúl y él. "Pero tendría que pedírselo a mi family", dice Cristian. El Super finalmente les dice que se va a valorar con el equipo, cámaras y luces lo que funciona mejor y se les dirá algo. "No os preocupéis, que va a haber tiempo de todo", les tranquiliza".
El traje de Raúl
Crsitian busca las etiquetas de su ropa en la basura. No le convence del todo y quiere que haya opción de devolución. Rocío se prueba un vestido rojo en el vestidor. Cristian le dice que a él le gusta más que el otro. "Es que yo soy de colores más sencillos", le dice.
En el salón, Raúl hace su pose.

Crsitian ha elegido camisa blanca y el Super le pregunta si va a llevar corbata. No la va a llevar. Llega Rocío con su vestido rojo. El Super da el visto bueno a los dos y Rocío vuelve a escoger el de leoparda dorado y burdeos.

El traje de Aquilino
Aquilino tiene claro su traje. Necesita un imperdible para sujetar la gasa empedrada que va a ser su camiseta. También preferiría un cinturón blanco, pero no tiene. Y tanto el pantalón como la americana se le han quedado un poco amplios por la pérdida de peso.

El vestido de Rocío
El Super pregunta quiénes están ya preparados para desfilar. Sólo lo están Rocío y Aquilino y mientras Raúl y Cristian se ponen sus trajes, Rocío empieza su pase. El Super le pregunta si tiene otra opción, a lo que Rocío responde que tiene más ropa, pero este vestido es su favorito. Lo llama precioso y lo apellida Kardashian. El Super también lo llama fantástico, aunque le pide igualmente una segunda opción.

El silbido de Raúl
Raúl maneja la fregona con dos manos y silbando. Y si no me falla la neurona, lo que silba es que "del banco de Chanquete, no nos moverán, no nos moverán". La llamada vintage está hecha.
En el vestidor, Rocío se ha probado su vestido de leoparda dorada. Dice que se lo llevó al Oasis, pero no encontró la ocasión. Y parece que ahora ya se presenta el momento. De su humor ahora no puedo decir mucho. Se maquilla concentrada y en silencio.
¿Qué es?
Cristian se prueba su traje. En el vestidor, con Raúl, se muestra encantado con cada prenda. Hasta los zapatos le encantan: "tienen la plataforma justa", dice.
Después va a la cocina, donde Aquilino sigue barriendo con un solo brazo y le canta clásicos de Disney a Rocío, que sigue con el ceño puesto. Cristian no sabe si llevar el traje con camisa o con camiseta básica. "Así no va a resaltar", le dice Rocío sin quitar la vista del fregadero. Eso y que el color del traje y los zapatos se va a ver todo del mismo tono negro con las luces, son las aportaciones de la jerezana.
"Hay algo que no me gusta. ¿Qué es? ¿Qué es?", dice Cristian para sí al más puro estilo Jack Skellington. De espejo en espejo, se va alejando de la cocina y vuelve al vestidor. Finalmente llama a Aquilino para solicitar su consejo. Se fía de él.
Ha llegado la ropa
Cristian se ha ido a limpiar el baño a solas. En la cocina, Aquilino barre con un solo brazo, el izquierdo colgando. Pero Rocío está muy ocupada diciéndole a Raúl lo mal que ha descongelado el pollo como para darse cuenta de la hazaña de Aquilino.

El Super corta este suplicio y les dice que ya ha llegado la ropa para la final. Quiere que se la prueben y en una hora, algo más, harán un pase para ver si se gustan. El modelo de Aquilino, hecho por él mismo, saca las mejores palabras de Rocío hasta el momento. "Es preciosísimo".

Cristian se acerca a por lo suyo y se lo muestra a Rocío. "¿Tú has visto el del Quili?", es la cortante respuesta de su compañera. Cristian responde que es una pasada el traje de Aquilino y no se da por tocado.
Rocío pone a todos a limpiar
"¡Desiiiii! Mira a ver lo que hace tu amiga. Que me quedo contigo", esto lo suplica Raúl después de vérselas con Rocío.
Rocío, ya hemos visto que se ha despertado algo torcida. Bueno, pues después ha ido al confe y el Super ha intentado animarla. Le ha recordado que es finalista y le ha dicho que se anime. Le ha propuesto limpiar y que se ponga guapa. La interpretación de Roció es: "el Super piensa que estoy fea". Pero no es la única tortilla que se va a caer de la sartén. Rocío ha decidido limpiar, no sin antes llevarse consigo a todo lo que la mire. Ha descrito la cocina como un palomar después de comer, ha mentado la falta de Desirée un par de veces, le ha encasquetado a Cristian una tela inmunda y gris imposible de identificar al mandado de "llévate esto de aquí", ha vuelto a acordarse de Desirée y, por último, ha topado con Raúl. Le ha ordenado salir del sofá y le manda a hacerse la cama. "No me he hecho la cama en todo el concurso, la voy a hacer ahora", responde Raúl moviéndose del sofá a la cocina. "La Sandra tiene el cielo ganado", Rocío aún está asimilando que Raúl no se haya hecho la cama en un mes y pico. Sí acepta coger el aspirador.

La última imagen que guardo de Rocío es de brazos cruzados observando de lejos a Raúl: "tú me estás estafando", le decía. "Tú estás paseando eso para que me calle", ha dicho también Rocío. Después se ha escuchado al fin el aspirador encedido.
Hoy, paciencia con Rocío
Seguimos con Rocío y Aquilino. Dice ella que tiene ganas de ver a su loro y esto lleva a Aquilino a preguntar cuántos años vive un loro. "60", contesta ella. Aquilino se sorprende, esperaba menos.
Poco después tenemos a Rocío llamando a la mala suerte: "No hay nada peor que pintarse y estornudar después. ¿Hasta voy a tener mala suerte hoy?", protesta enrabietada. Lo siguiente a esperar era que la cafetera no funcione. Cristian le ofrece pan. "No tengo hambre", responde Rocío. "¿Te parto un cachín?", sigue él. "No tengo hambre", repite ella. "Tienes que comer, Rocío", insiste él. A lo que ella responde que hay que limpiar no sé que cosa y eso es claro indicativo de que no está de humor. Y eso... se sabe.

Rocío
Los cuatro finalistas se areglan con más silencio que otra cosa. "Rocío", es la primera palabra que se escucha en boca de Aquilino. Propone que salude a su amiga Desirée, pero Rocío la visualiza de resaca después de la fiesta de ayer.
"¿Sabes por qué no me echo novio? Porque pa' cuando él lo vaya a hacer ya lo he hecho yo", Rocío se pregunta y se responde sola en una conversación que ella empieza y termina. Que Aquilino esté presente no parece afectar a su improvisado diálogo.
Arriba
Empieza el lunes con música tranquila y luz intensa. Cristian se levanta el primero, se desentumece, abraza a Rocío y baila algo tímido en el puff naranja.

Son los primeros en ir al baño. En el dormitorio quedan Raúl, aún entre edredones, y Aquilino, que nos da la auténtica imagen de no querer levantarse:

La casa en blanco y negro
Todos dormidos.
Y seguimos
En blanco y negro.
Empezamos
Buenos días! Aquí Ada en blanco y negro. Todos dormidos de momento.

