Gran Hermano, en directo: Aquilino rompe a llorar y Cristian le apoya en su momento más personal

Con los finalistas muy dormidos desde hace rato, me despido. La cuenta atrás está en marcha y solo puede ganar uno ¡Buenas madrugadas!

Cristian se va a la cama y ya tenemos a todos los finalistas durmiendo. Ya estamos en blanco y negro.

Ya están todos durmiendo menos Cristian, que se hace las uñas en el baño. Por momentos, el muchacho habla solo y lanza mensajes de cariño a la cámara dedicados a su hija.

Bueno pues parece que la noche va a ser corta. El personal está cansado y se va a dormir. En el baño, antes de lavarse la cara, Cristian vaticina que su vida "va a cambiar mucho cuando salga de la casa".

Cristian hace un repaso de su vida amoroso. Comenta que durante sus primeras relaciones serias "aguantaba de todo" para no perder a su pareja. De la madre de su hija comenta que "era un rollo" y estuvieron cuatro meses. Después prolongaron su relación cuatro años. Para el muchacho "es muy difícil enamorarse". Aunque confiesa que ahora tiene "más ganas" de encontrar el amor.

Rocío está convencida de que el público no ha apoyado mucho a Desi para no desperdiciar votos y que así gane una de las dos. "En realidad ha sido lo más inteligente, pero yo quería estar aquí con ella", remata la andaluza.

Rocío se mete en le jacuzzi y de momento nadie la acompaña. "No está suficientemente caliente. Para mí el agua y las salchichas tienen que estar calientes", suelta. "A mí también me gustan las salchichas calientes", reacciona Rocío con doble sentido.

Buenas noches amigos. Soy José Comas y ya estoy con vosotros. Aquilino cree que a Raúl le pasa algo y le pregunta una y otra vez si le pasa algo. La respuesta siempre es negativa: "No me pasa nada..:. Estoy aburrido", reacciona el soriano. "Pues si quieres te hago un truco de magia", retoma Aquilino. "Qué ganas tengo de perderte de vista", sentencia el jugador de póker en tono de broma.

Los cuatro finalistas pasean por la casa, van ordenándola ya que el Súper les pidió que la dejaran completamente limpia antes de irse a dormir y deciden si entrar en el jacuzzi o no. Quili comenta que él todavía no se ha bañado en el jacuzzi "por lo que ya le comentó a Rocío en su día" (que son sus inseguridades personales relacionadas con su cuerpo). Rocío anima a que todos se den un baño sin importarles nada más que "disfrutar de esto hasta el último momento y hacer cosas los cuatro". La jerezana parece que poco a poco los va convenciendo.

Y en este punto me despido, mi compañero José Comas os sigue contando. Buenas madrugadas.

Cristian, Rocío y Quili recogen el vestidor y la jerezana habla de yoga y de pilates, y demuestra su flexibilidad haciendo una pose en el suelo en la que es capaz de cruzar los pies por encima de los brazos y llegar a las orejas. Reta a Quili y a Cristian a que imiten su pose y ellos no dudan en intentar hacer: Quili lo consigue pero a Cristian le falta bastante distancia para llegar a las orejas y se plantea "ir más a yoga". Después, a Rocío se le ocurre hacer una carrera en el vestidor entre Quili y ella con las piernas cruzadas y rápidamente se ponen a ello: el ganador resulta ser Quili. Raúl llega un par de minutos antes al vestidor y apuesta por Rocío en la carrera, y tras perder comenta: "Mis apuestas están fallando". Los cuatro finalistas echan un rato de risas y entretenimiento en la casa.

Los finalistas deciden darse un baño en el jacuzzi después de la cena porque "son los últimos días y hay que aprovecharlos", según comenta Rocío, así que prueban el agua y miran si está caliente para bañarse. Los cuatro se dirigen al vestidor y en el camino hablan de un tema y otro sin detenerse mucho en ninguno. Raúl ya está listo y espera fuera en el jacuzzi a ver si finalmente se meten o no, ya que Rocío ha propuesto tomarse un café antes.

Cristian ya tiene lista la cena despues de preparar los macarrones con su salsa especial, los sirve y pone la mesa para sus compañeros. Raul, Quili y Rocío se sientan en la mesa redonda y cenan mientras charlan de lo rápido que se les ha pasado el reality y de que "son otras personas" después de él.

Rocío sale de la cocina y Cristian se queda al mando de los fogones para cocinar su receta de pasta para la cena: "Yo para veinte personas no soy capaz de cocinar, a mi me gusta pero en casa cocina para dos o tres, ya más imposible, no me atrevo. Por eso admiro tanto a Desi y Rocío en la cocina y que hayan querido encargarse de esto". Raúl, añade: "Yo no habría podido ni de coña, puedo cocinar pero que me salga bien y esté bueno es otra historia...". Mientras tanto, Rocío prueba el agua del jacuzzi para darse un baño y anima a sus compañeros a meterse ya, pero Raúl le propone otro plan: "Mejor cenamos ya, luego nos tomamos un café o, bueno yo no porque quiero dormir, y después nos damos un baño en el jacuzzi con agua calentita y nos relajamos, ponemos verde a la Aroa, y a dormir tranquilos". Rocío: "Vale, pero yo si me tomo el café eh, que quedan cuatro días para la final aquí no hemos venido a dormir".

Rocío recoge la cocina y comienza a sacar los utensilios para que Cristian y Raúl cocinen la cena con una receta de pasta que tienen pensada para esta noche. Cristian saca las verduras y se pone a lavarlas y preparlas para la cena. La casa respira en calma.

Cristian, Raúl y Aquilino deciden merendar unas galletas con crema de cacao en la mesa de la cocina mientras charlan de cómo ha transcurrido el concurso recordando algunos momentos, como Aquilino, que habla de la primera vez que rezo en la casa que fue en la cama de Íñigo junto a Edurne. Rocío sale del conferionario después de "llevarse más de dos horas", según Raúl, con lágrimas en los ojos y con mucha emoción. Quili le pregunta si está bien y Rocío asegura que ella llora "cuando sí, cuando no y cuando por si acaso". Cristian: "Son muchas emociones y mucho que digerir en poco tiempo". Después, Raúl y Cristian proponen cocinar ellos para la cena una receta con pasta que tienen controlada aunque no saben si les saldrá igual porque les faltan ingredientes.

Aquilino rompe a llorar de "emoción y felicidad" en la pajarería y reza a Dios por él y por todos sus compañeros. Lleva un buen rato dentro de la pajarería y Cristian se acerca para saber si está bien. Él le dice que está orando y llorando de felicidad y Cristian asegura que a él ya le ha pasado varias veces estos días. Aquilino: "Yo al principio veía imposible entrar aquí. Y cuando me enviaron el correo para el casting supe que entraría porque me daba muchisímo miedo, pero Dios me dio fuerzas y le estoy agradeciendo por todo y por todos a los que ha puesto en mi camino. Estoy muy agradecido a Dios y a Gran Hermano también, pero para mí Dios es algo muy grande, muy especial. Indescriptible". Cristian decide acompañarlo en sus oraciones y pasa con él un rato de comprensión mutua.