Darío y Cristina continúan avanzando en Villa Montaña, ¡y de qué manera! Después de la impactante hoguera del malagueño, dónde mostró un tremendo enfado al ver las imágenes de su pareja, Almudena, Darío se ha dejado llevar por completo con Cristina. Villa Montaña está que arde, y ellos son en parte responsables de que la temperatura no deje de aumentar. Durante una increíble fiesta en la piscina de la villa de los chicos, el malagueño y la canaria han aprovechado para hablar sobre su experiencia juntos en 'La isla de las tentaciones 9': "Cuando estés en tu casa dirás, '¿por qué no aproveché más?'", le decía Cristina. Darío le ha respondido que no puede avanzar más porque sigue pensando en su pareja. Los besos, los juegos y los roces entre ambos han sido constantes durante toda la conversación en la 'pool party', subiendo cada vez más la temperatura y protagonizando uno de los momentos más sensuales e íntimos de la edición. "Ya me echarás de menos", le advertía la canaria. Después de esa charla, llena de pasión y tonteo, la fiesta ha continuado y Darío y Cristina han continuado disfrutando, pero por separado un rato. En ese momento, Erika le ha preguntado a la tentadora del malagueño qué tenía en el cuello: "¿Tú que tienes aquí, guapa?". Al parecer, Darío habría aprovechado su encuentro con Cristina para hacerle un chupetón en el cuello a la canaria. Las solteras han llamado, entre risas, al novio de Almudena para avisarle de que "se le ha ido la boca" y le había hecho una marca en el cuello a Cristina. Darío no daba crédito al conocer la noticia, pero no se ha mostrado afectado por ello. "Cada vez me cuesta más reprimirme y aguantar las ganas. Cristina es una chica que me gusta y sexualmente se ve que hay mucha atracción entre los dos", reconocía el malagueño, que ha admitido que tiene sentimientos de culpa, pero cada vez "menos". Cristina no se ha quedado de brazos cruzados al ver la marca que le había hecho Darío y, una vez le han advertido del chupetón que había dejado en su piel, se ha lanzado al cuello del malagueño con el objetivo de dejarle marcado, igual que un vampiro. Darío, por su parte, se ha dejado 'comer', disfrutando del momento en la piscina de Villa Montaña.