Logo de El Gato encerrado
Gran Hermano

Conectar, resistir y ganar: la fórmula perfecta

Rocío logró conectar con la audiencia desde la primera noche, luego supo resistir sin decepcionar a su público para terminar ganando anoche. La fórmula perfecta.

Rocío, sorprendida al saberse ganadora
Rocío, sorprendida al saberse ganadora. telecinco.es

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

Compartir

Esta es la crónica de una ganadora que nadie fingió no ver. El “inesperado” triunfo de Rocío Gallardo solo debió pillar por sorpresa a ella misma. Gran Hermano es un programa que ha sobrevivido un cuarto de siglo por su manejo del factor sorpresa, pero cuando se trata de la voluntad de la audiencia votante no hay sorpresa que valga. Algunos intuimos que podía ganar desde el primer día, algo que se convirtió en plena convicción cuando fueron expulsadas de un plumazo y la misma noche Patricia, Aroa y Edurne (por ese orden). Sin ningún perfil de líder, habiendo salido las concursantes más protagonistas de la edición, solo quedaba una opción: que ganase la favorita indiscutida del gran público, aunque probablemente no lo fuera de los puristas del formato

Tampoco se puede negar que Rocío pusiera de su parte. De acuerdo que su perfil gusta, muy especialmente a los espectadores que solamente siguen las galas. Pero una vez conectó con la audiencia (ya digo que eso sucedió en la primera gala) necesitaba resistir para poder ganar. Como pasa en ocasiones, la ganadora estuvo a punto de echar todo por tierra por los nervios previos a la final. La concursante graciosa, aparentemente incapaz de hacer daño a nadie, hizo algo que es una tentación para algunos finalistas y consiste en poner en aprietos a sus rivales con el fin de asegurarse el triunfo.

PUEDE INTERESARTE
La lacrimógena despedida de Rocío y Cristian y el apagado de la casa de 'Gran Hermano 20'
La lacrimógena despedida de Rocío y Cristian y el apagado de la casa de 'Gran Hermano 20'

Cristian pasó de ser el ojito derecho de Rocío a convertirse en objeto de sus peores censuras

Cristian fue la primera víctima de Rocío. Casualmente surgieron los reproches estos últimos días, vísperas de la gran final. Fue entonces cuando se animó a subrayar lo que ella considera un fallo garrafal de ese rival, incoherente a la hora de mostrarse más o menos amigo dependiendo de con cuantas personas estuvieran ambos conviviendo. La contradicción entre el amigo cactus (según definición de Cristian) que fue casi todo el tiempo y el amigo flor del oasis o la recta final, ha sido algo digno de ser destacado por Rocío. Cuesta creer que no tenga nada que ver con que quedasen tan pocos días para resolverse la edición proclamando un ganador o ganadora.

PUEDE INTERESARTE

Rocío pareció olvidar de un plumazo todo lo bueno vivido con Cristian desde el oasis para considerar destacable solamente lo malo. Y lo malo era un supuesto cambio de actitud que ella estaba mostrando igualmente. Nunca antes la vi hablar tanto con Quili o con Raúl. Que en lugar de haber otras 18 personas en la casa fueran solo ella y otros tres la obligó a relacionarse mucho más con el resto. Exactamente lo mismo que le pasó a Cristian. Tengo dicho que el problema de raíz de los problemas entre estos dos concursantes han sido los celos, también la frustración de la ganadora por no haber logrado conseguir hacer realidad sus deseos con ese compañero.

Aparte de arremeter contra Cristian también vi a Rocío particularmente crítica con Raúl, aunque esto le supusiera un esfuerzo mínimo en comparación con el dedicado a quien fue su amigo desde la primera noche. Imagino que confiaba más en las posibilidades de este en la final que en las del empresario soriano. A pesar de que varios colaboradores confesaron en el último debate que Raúl era su favorito, Rocío debió aplicar el sentido común para intuir que tenía más posibilidades de ganar Cristian. Si así fue no estaba equivocada porque quedó segundo, aunque con una diferencia notable de votos.

Raúl dijo esperar el triunfo de Rocío

Como aventuraba yo ayer, Rocío ganó con el apoyo de algo más de la mitad de la audiencia votante, repartiéndose el voto de la otra mitad entre el resto de los finalistas. Quili y Raúl podrían haber intercambiado sus posiciones de tercero y cuarto porque durante la gala final hubo sucesivos sorpassos entre ambos. Ninguno de sus rivales pudo con una Rocío que logró resistir hasta el final después de haber conectado con el espectador desde el primer día para finalmente convertirse en ganadora. Conectar, resistir y ganar se me antoja como la fórmula perfecta. Solo que nadie tiene todas las claves para repetir un concurso así. Resistir es mérito suyo, pero lo de conectar con la audiencia no puede ser algo pretendido, sucede o no.

Quili fue el más brillante de la noche

Que Quili fue anoche el más brillante no dependió de la pedrería de su ropa o los brillantitos de Pontejos (solo lo entenderás si eres de Madrid, y aún así) que le estuvo añadiendo a sus zapatos los últimas días con pinza, pegamento y toneladas de paciencia. Brilló siendo el amo de la pista. Su entrada en plató al ritmo de Beyoncé fue espectacular y no hay ni un ápice de ironía en mis palabras. Contrastaba lo que nos ofreció Quili con todo lo anterior, el cutre baile de Juan Quintana o el indescriptible intento que hizo el amigo del concursante una noche más. A Quili le quitas el brilli-brilli y sigue pareciendo una estrella refulgente. Lástima que no reluciera tanto y tan bien en la casa, salvo en alguna fiesta, si acaso.

No sé si Quili hubiera tenido más posibilidades de ganar habiendo sido tan divino en la casa como anoche en la nave o en plató. Es posible que no, pero al menos lo habríamos pasado algo mejor. Creo que si no se llega a cruzar Paula en su camino otro gallo hubiera cantado. Aún así, Quili confesó que volvería a entrar mil veces, aunque fuera para repetir lo mismo que hizo en estos 42 días que duró la edición. Lo mismo dijeron los otros tres finalistas. No me esperaba la defensa a ultranza de la experiencia que hizo Raúl. Siempre he visto menos posible que perteneciese al fandom del programa que la mayoría de sus compañeros. Es más, sigo pensando que no lo ha sido ni lo será. Por eso me llamó la atención esa valoración tan positiva que hizo de su paso por Gran Hermano.

Quili terminó de customizar sus zapatos

Raúl dio por buena la experiencia por haber logrado valorar más y mejor a su novia, al lado de la que quiere permanecer el resto de su vida. También Cristian aseguró haberse sanado tras haber entrado en la casita de Uno de GH20 y luego en la nueva casa de Gran Hermano, todo ello después de la traumática ruptura con su expareja y madre de su hija. Habrá que empezar a decir que este programa debería ser subvencionado por la Seguridad Social. ¡La cantidad de dinero en psicólogos que se están ahorrando algunos concursantes! Rocío no ha caído en ello, pero es que prefiere no pensar mucho. No obstante, celebró igualmente su paso por el programa en una final que la mantuvo en vilo de principio a fin.

También ganó Roció en los posicionamientos de sus excompañeros

Hicieron posicionarse a favor de uno de los dos últimos finalistas a todos los exconcursantes (excepto Íñigo, que no ha comparecido desde su salida) y también en eso ganó Rocío. Prefiriendo el triunfo de Cristian se pusieron Joon, Paula, Patricia, Belén, Diego y Lorena. Todos los demás apostaron a caballo ganador y engrosaron la lista de quienes apoyaban a Rocío. Un poco humillante ese once contra seis que presagiaba cuál sería el final de esta historia. Ya dije al principio que lo de anoche era la crónica de un triunfo anunciado, aunque entonces evité el lugar común de parafrasear el título de la novela de García Márquez.

No tuvimos la sorpresa que pedí ayer. Por el contrario, pasó justo lo que había previsto, al menos en lo relativo a la ganadora, porque de los otros puestos creo que acerté más bien poco. Mi previsión era que tras Rocío quedasen Raúl, Quili y Cristian, como segundo, tercero y cuarto clasificados respectivamente. La realidad solo coincidió con mi pronóstico en el tercer puesto para Quili. Este fue recibido por Paula con un cariñoso abrazo. No se puede decir lo mismo sobre Raúl, a quien Patricia estaba esperando con el hacha levantada y ganas de guerrear. No solo Rocío supo resistir sin socavar una imagen que mantuvo hasta el final. Lo mismo hizo un Cristian dispuesto a no retirar nunca su candidatura a la beatificación como paso previo a ser canonizado.

Cristian y Rocío aguardan escuchar el nombre del ganador

La breve historia de esta edición terminó mejor que cómo había empezado. La gala estuvo entretenida, con momentos emotivos como el apagado de las luces de la casa, y repitió algunos de los esquemas tradicionales que hacen reconocible el formato. Esto es algo que suscita opiniones contradictorias. Diría que quienes reclaman al programa no desviarse de sus clásicas y muy conocidas señas de identidad a su vez critican que lo haga. Es incompatible pedir que no varíe en nada la mecánica y al tiempo analizar como una de las razones de una supuesta crisis que esta se mantenga invariable. Igual esa falta de coherencia es el origen real de los problemas.

Moleskine del gato

Ha sido un placer volver a enfrentarme a esta cita diaria, el reto de analizar un programa no siempre tan transparente. La final de anoche terminó sin ninguna pista sobre lo que ocurrirá a partir de ahora, por tanto solo me puedo decir: hasta la próxima. Aparte de felices fiestas, por supuesto. ¡Salud para todos!

La casa está vacía
[Todas las imágenes de este texto han sido capturadas por el autor]