Belén Esteban: "Papá, mi casa tiene cuatro plantas, me la compré por ti"

TELECINCO.ES 29/04/2011 22:57

Uno de los aspectos más reseñables en los que se ha notado que Belén echa de menos a su padre es cuando ha realizado el dibujo de una mujer, pero ha reconocido que quería pintar a un hombre. La psicóloga ha dicho: "La gran incógnita es la intención de hacer un hombre y luego hacer una mujer. Has querido dibujar en un mismo ser a un padre y a su hija". Conserva recuerdos dorados de aquella época: "Quería estar donde quería estar y quería jugar con quien quería jugar, con mi padre, mi madre y mis hermanos. Siempre muy unidos, por ellos daría mi vida, por todos".

La realidad es que sus padres hicieron todo lo posible por que fuera feliz: "Cuando pedía las cosas a mis padres, mi madre limpiaba y mi padre pintaba, tenían que hacer grandes esfuerzos para comprarme las cosas".

Con imágenes de la boda de sus padres ha empezado a llorar: "Los quiero con locura. Los veo súper guapos y súper felices. Mi madre guapísima y mi padre como siempre he sido. Mi padre decía que me parezco a él, pero no. En el genio me parezco a mi madre, mi madre no es mala, es buena gente, era la que siempre nos regañaba. Mi padre es la persona más importante que he tenido, me ha marcado. Le echo muchísimo de menos".

"Mi madre es importantísima como él, pero a ella la tengo y se lo digo, a mi padre también se lo decía, pero se lo debí decir más veces, que le quiero, que me encantaría verle, que viera mi casa, que él me decía me comprara el chalet, y preguntarle si se fue feliz y contento , y que se llevó un poquito de todos nosotros".

El olor a pintura le recuerda a su padre, "pintor de brocha gorda", como ella ha dicho. Y que siente mucho amor al recordarle. Momento en el que ha comenzado a pronunciar las palabras más cargadas de amor y añoranza a la figura paterna: "Venía una ambulancia a por él todos los días. No le daban quimioterapia, pero él creía que sí. Querría que hubiera estados siempre, aunque fuese enfermo. No quiero vivir los recuerdos, son siempre los mismos, quiero cosas nuevas. Quiero que vea a mi hija, que he hecho Torrente y Aída".

En el plató ha insistido en que lo suyo es egoísta, pero... es inevitable: "Daría todo lo que tuviera por abrazar a mi padre, él sabía que se moría, a todo el mundo le contaba su enfermedad". Por otro lado, él siempre la apoyó: "Me animaba a que contase mi vida, pero tal y como era". Aunque con lo que peor lo pasó fue con el tema de Jesulín, al que quería mucho.

Finalmente, ha leído un mensaje dirigido a su padre si viviera: "Si me vieras con la abuela lo flipabas. No está sola, ni lo va a estar. No te puedo decir. Te echo de menos todos los días, todos y todos los días me acuerdo de ti. Es precioso, entras en el salón y hay una foto enorme tuya y de la mamá. Es enorme, tiene cuatro plantas. Me lo compré por ti, porque sabía que te hacía mucha ilusión. Tengo una butaca de masajes, con lo que te gustaban a ti. Sólo quiero que sepas que me encantaría saber si te fuiste feliz. Antes te quería, pero cada vez te quiero más y es más difícil no estar contigo. Nos haces falta a todos. Me encantaría abrazarte, te lo juro. Te veo tan cerca".

Pese a todo, ha admitido que no está obsesionada con la muerte de su padre: "Yo lloro pero no estoy obsesionada con la muerte de mi padre. Ayer fue la primera vez que no he ido al cementerio y me sentí fatal. No me siento culpable porque mi padre es como si estuviera todavía. Tenía una foto con mi niña nada más nacer y detrás ponía 'el día más feliz de mi vida'".