Ana Guerra zanja en 'Sálvame' la polémica con su vecino: "Se ha venido como muy arriba todo"

  • La cantante se muestra muy molesta con la críticas de su vecino por el ruido dado que ya pidió perdón

  • Ana Guerra: "Ya se pasan los límites"

  • Jalal, vecino de Ana Guerra, propone tres soluciones en directo en 'Sálvame'

Un vecino de Ana Guerra se queja de lo difícil que es vivir en el mismo bloque de pisos que la cantante por las horas que pasa al piano, tanto de día como de noche. La cantante ha atendido a la cámaras de 'Sálvame' porque no entiende la polémica dado que sabe que se excedió un día cantando hasta altas horas de la noche, ya pidió perdón y no ha vuelto a suceder: "Cumplo mis decibelios y mis horarios, tengo que trabajar".

Las explicaciones de Ana Guerra

"Se ha venido como muy arriba todo", se quejaba la cantante, que asegura que ella arregla las cosas de su vida en privado y dejaba caer: "La tele es muy golosa". Cree que es su única motivación dado que ya pidió perdón con una nota que no solo puso en su edificio, también subió a redes sociales.

Pensaba que la polémica se había quedado ahí, pero sigue creciendo y ella se explica: está tocando "todo el día" porque trabaja en casa al igual que su vecino, pero según la normas: "Yo cumplo mis decibelios, mis horarios y tengo que trabajar porque quiero ser muy buen músico".

Es más, ha tomado medidas como colocar una doble alfombra bajo el piano, tiene doble ventana, las cierra siempre y baja las persianas: "Pero insonorizar la casa cuesta una pasta y estoy de alquiler", explicaba la cantante.

"Cuando ya se pasan estos límites y se acude a medios de comunicación... yo he actuado como tuve que actuar, sobrepasa algo en lo que ya no tengo que entrar", se quejaba la cantante y su vecino reaccionaba en directo en 'Sálvame'.

Las soluciones que propone Jalal en 'Sálvame'

Él es mediador, su trabajo es buscar soluciones y propone unas cuantas en 'Sálvame': lo primero que tienen que hacer es quedar para tomarse algo. También quiere saber sus horarios, trazar una especie de cuadrante para saber qué horas va a tocar y él hacer otras cosas y así "no escucharla demasiado". Y, en tercer lugar, no sabe si utiliza tacones pero le recomienda comprar unas zapatillas "de estar por casa" para andar, sobre todo, después de las doce de la noche.