Anabel Pantoja pierde los papeles con la hermana de su abuela: "¡Eres una manipuladora oportunista!"

  • Magdalena acusa a Isabel Pantoja y su familia de impedirle entablar contacto con su hermana

  • La invitada exigía que la llamara Doña Magdalena y la colaboradora de 'Sálvame' respondía: "De doña tiene usted lo que yo de modelo, olvídeme"

  • Anabel Pantoja acababa por perder la paciencia e irrumpía en plató

Magdalena es la hermana de la madre de Isabel Pantoja. Denuncia que hace más de diez años que no la ve, desde que Doña Ana se fue a vivir a Cantora, ahora está muy enferma y Magdalena acusa a su familia de no dejarle entablar contacto con ella.

Además, cuestionaba el papel de Anabel Pantoja en su familia, criticando que no le den a su padre Bernardo el dinero que necesita para disfrutar del ascensor que hay en la comunidad en la que vive, a pesar de que lo necesita por sus problemas de movilidad.

Desde una sala VIP, la colaboradora de 'Sálvame' perdía la paciencia porque sostiene que su abuela y Magdalena no se hablaban desde antes de que Doña Ana enfermara y acababa por perder la paciencia con Magdalena.

Magdalena, a Anabel Pantoja: “Si mi hermana te viera lo que estás haciendo en la tele se moría”

La invitada exigía que se dirigiera a ella como Doña Magdalena y la aludida perdía la paciencia: “De doña tiene usted lo que yo de modelo, que me olvide, no soy nada para usted”. Sin embargo, Magdalena contraatacaba llamándola “sinvergüenza” y le espetaba: “Si mi hermana te viera lo que estás haciendo en la tele se moría”.

Así que Anabel estallaba, se marchaba de la sala VIP e irrumpía en plató para encararse con Magdalena: “Deja a mi abuela y a mi padre tranquilos, manipuladora oportunista, que te viene muy bien cobrar”.

Minutos más tarde, Anabel nos decía que tiene muchos defectos pero cree haber estado a la altura con su padre. Además, le reprochaba sus palabras: “Ojalá mi abuela me pudiera ver en la televisión”.

Anabel Pantoja se rompe

Minutos después, Anabel no podía evitar pasar de la risa al llanto. Magdalena no solo hablaba de su abuela, también de su abuelo, de cómo le cuidó… y la colaboradora perdía la compostura: “¡Deja a mi abuelo que lleva 50 años enterrado!”, gritaba.