Con el casco puesto y junto a Irene, así hemos visto a Kiko Rivera saliendo de su casa. El DJ no quiere mostrar su rostro y permanece en silencio desde que anunciara que sufre una depresión y que deja los escenarios. Kiko acudió a un centro de salud y, según José Antonio León, tardaremos en escucharle: “Irene está muy pendiente, él no va a hablar y no quiere ni que se le vea el rostro”.