"No quiero escucharte, olvídate de que existo", le dijo Marta Albalá al borde del llanto a su padre. Fue durante la llamada de José Manuel a 'Sálvame', en la que negaba todo lo que su hija decía y le acusaba de tener, junto a su madre, un complot contra él.
Pasado el fin de semana, José Manuel regresó al programa negando las palabras de su hija y asegurando que su certificado de penales está limpio. 24 horas después le ha tocado de nuevo a Marta, que asegura que su madre nunca le ha influido, es más, siempre le ha animado a que tengan relación pero encontró “rechazo” por parte de él cuando se mudó a Jerez para estar más cerca. Nunca ha sentido cariño por parte de su padre y es que, en su opinión, nunca se ha preocupado de ella: “Me da vergüenza llamarle papá cuando estoy con él”.
Marta ha reiterado que vivió un episodio complicado de sus padres, también que ella ha vivido otras en primera persona con él y, finalmente, ha tomado una decisión: “Voy a ir a un psicólogo par que me haga una valoración y a partir de ahí voy a emprender acciones legales”. Lo hará por todo lo ocurrido pero también para reclamarle la pensión que no le ha pagado a lo largo de estos años y es que asegura que solo se lo ha pasado durante tres.
Además, la joven ha dibujado la curva de su vida poniendo en el primer punto el episodio delicado de sus padres que hizo que ella se mudara a Santander con su madre y su hermano. Cuando tuvo 17 años decidió regresar para vivir en un internado pero más cerca de su padre, sin embargo, notó "rechazo" por parte de José Manuel. A partir de ahí se sucedieron unos años en los que Marta volvió a Santander para luego regresar más tarde a Andalucía pero sin conseguir nunca acercarse a su padre.